AGO151. LIQUIDACIÓN, de Juan Pedro Ortega Sánchez
El monstruo nos sorprendió mientras dormíamos. Empezó por rociarnos con un líquido que quemaba. Los que logramos escapar, fuimos perseguidos implacablemente. Escuchaba los terribles crujidos que anunciaban la muerte de mis camaradas. Yo fui aplastado, como otros, y dejado por muerto. Cuando se cansó de perseguirnos, la bestia recogió cuidadosamente nuestros cuerpos. Mi corteza estaba rota, y el veneno había penetrado en mi organismo. El dolor que sufría era insoportable. Deseé estar muerto.
Temí que su crueldad le llevara a quemar nuestros cuerpos o alguna perversión peor. Se limitó a dejar nuestros cuerpos amontonados como un monumento o una advertencia.
Cuando recobré la consciencia, era el único que aún vivía. De alguna manera conseguí escapar de entre aquella montaña de cadáveres y, arrastrándome, logré alcanzar un agujero protector. Mis entrañas ardían y algunas de mis patas permanecían inmóviles, pero a pesar de todo sentía una indescriptible voluntad de vivir.
Poco a poco, mis heridas comenzaron a sanar, incluso advertí que podía escalar como lo hacía antes, a pesar de que mis patas habían perdido parte de su movilidad. Un deseo de venganza me dominaba.
Felicidades Juan Pedro, muy bien relatado desde el punto de vista de los insectos exterminados, aunque no todos. Y muy buen final, con esa promesa de venganza.
Me ha gustado mucho.
Juan Pedro, la ley de la superviviencia y la victoria del mas fuerte estan bien reflejadas. Suerte y saludos.
Bien puesto en la piel del otro.
Abrazos
Este relato me hizo recorder la historia de un hombre (insecto, por lo descerebrado) que hace algunos años, por navidad, quemó a su familia.
http://www.primerahora.com/noticias/policia-tribunales/nota/culpablehombrequequemoaseismiembrosdesufamiliaenflorida-549535/
Suerte y saludos.
Salvando las distancias, el relato se puede leer como esas historias que siempre hemos oído de los supervivientes de alguna ejecución en masa que logran escapar malheridos de entre los cadáveres de sus compañeros antes de ser enterrados en una fosa común. Buen ritmo en la narración que hace sentir el deseo de venganza.
Saludos y suerte.