AGO154. DE ENJAMBRES Y PESADILLAS, de Esther Rodríguez Caballero
-Pude verlos muy de cerca. ¡Eran miles! Iban armados con cuchillo y tenedor. Incluso se habían atado una servilleta blanca al cuello. Me miraban fijamente… ¡Y babeaban! Yo intentaba luchar a brazo partido contra ellos…con armas absurdas… como chanclas, matamoscas… ¡les vacié encima un bote entero de insecticida! Pero nada, ya eran inmunes. Y encima, el maldito spray les excitaba en lugar de matarles. Cada vez estaban más y más gordos… Sus aguijones chorreaban la sangre de quién sabe cuántas pobres víctimas más. ¡Y venían a por mí! ¡Iban a merendarme hasta el hígado! ¡Te lo juro!
¡Uf!, menos mal que me has despertado. ¡Ha sido horrible, horrible!
-Bueno, tranquilo, ya está. Sólo has tenido una pesadilla con los dichosos mosquitos tigre. Como ahora hay tantos…yo también tuve una ayer.
-Pero ¿qué dices? Si la mía iba de banqueros sanguinarios.
-¡Ah! Perdona. Entonces…bueno, creo que casi es mejor…que sigas durmiendo…
Si me dan a escoger, prefiero a los mosquitos. Suerte.
Saludos.
Una pena que la pesadilla siga aunque despierte.
Muy ingenioso.
Abrazos