AGO35. EL AMANTE, de Ramón Ruiz Moreno
Le conocí un día de verano. Me miró y aguanté su mirada con indiferencia. Se me aproximó y dejé que lo hiciera. Dio una vuelta a mi alrededor y me gustó, así que permití que prosiguiera acercándose. Me abrazó fuerte y delicado a la vez y debo confesar que me gustó su contacto. Era un auténtico animal con el sexo; el mejor amante que nunca había tenido. Ninguno antes me había hecho sentir lo mismo que él. Debo confesar que me costó mucho hacerlo, pero la naturaleza siempre te obliga a ello y con todo mi dolor lo devoré… Es lo que tiene ser una dama de mi especie, siempre condenada a estar sola.
¡Qué duro es ser una hembra adulta de mantis!
Ramón, estoy contigo en lo duro que debe ser no poder llegar a enamorarte ni de tu mejor amante.
Gran micro.
Hismael.
Hola, Ramón.
Y es que, como dicen por ahí, hay amores que matan.
No entiendo muy bien a las mantis, así que ahí lo dejo.
Un abrazo.
Sí pobre futuro sentimental el de las Mantis, aunque peor el de los pobres machos. Un abrazo. Gloria
¡A ver si las mantis hembra van a ser la encarnación de las femme fatale!
Muy buen relato. Breve y conciso 🙂
Ramón, no te puedes fiar de las hembras si cuando las encaras, se frotan las manitas como diciendo, ven, ven, que te voy a dar unos caramelitos. Los machos con sus manitas se podrían manejar solos, sabiendo lo que saben.
Un abrazo
Bueno esa viuda negra los devora sin clemencia. Cosas de la especie.
Suerte
me gusto muchísimo el comentario siguiente:
«ismael fernández4 de agosto de 2013 11:36
Ramón, estoy contigo en lo duro que debe ser no poder llegar a enamorarte ni de tu mejor amante.»