AGO39. MANUELA, de Asun Gárate Iguarán
-Azul… marino. No, negro, era negro -rectifica la mujer.
-¿Pudo ver la matrícula? -pregunta el policía.
-No -contesta ella.
-Ese conductor huyó sin detenerse a auxiliarla -dice el policía.
-Estaba oscuro, pensaría que atropelló un perro o un gato -sugiere ella.
El policía la observa unos instantes:
-Tiene que poner una denuncia. Podría estar muerta.
Ella agarra fuerte el embozo de las sábanas con el nombre del hospital.
El policía continúa:
-Ha dicho a las enfermeras que no tiene familiares ni nadie a quien avisar que está aquí. ¿De verdad? ¿Ni un amigo? Es usted joven y guapa…
Ella se sonroja levemente, pero no responde.
El policía se despide y sale de la habitación.
Manuela cierra los ojos y siente el cuerpo dolorido. Sin embargo, no le importan tantos hematomas y huesos rotos. Allí se siente a salvo. Hasta ha dejado de sobresaltarse cuando la despiertan en plena noche las enfermeras para administrarle calmantes. Enseguida reconoce que esas manos no pretenden hacerle daño.
Manuela no sabe cuándo estará curada, pero reza para que ese día no la esté esperando a la puerta del hospital el coche azul marino para llevarla de vuelta a casa.
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Lo has narrado muy bien, !pero me dan tanta rabia esas cosas¡
Independientemente de la historia, que repito está muy bien llevada, en vez de rezar, debía hablar con quien puede defenderla. !En fin¡
ASun… está muy bien!!! Esconde una historia muy dura… muy diferente a tanto mar poético y azul que hemos leído hasta ahora, otra vuelta de tuerca, para que no nos olvidemos de otras duras realidades (más negras que azules, diría yo) que tenemos aquí mismo.
Felicidades!!!
Un abrazo
Marta
Un relato que pone los pelos de punta sobre los malos tratos y la imposibilidad que sienten algunas mujeres vulnerables a denunciarlos.
Estupenda manera de narrarlo.
Sí, a veces nos refugiamos en escritos que quisieramos verdades, esconden, en algún caso, promesas de miedos y azules desesperados, y es entonces cuando la poesía sale en defensa de esas mentes estrujadas, de daños protegidos por paredes o, por noches disfrazadas de romances…
Es una realidad lo que cuentas, es una realidad que deshace los sueños de poetas, y duele recordar, y descorre las cortinas…
Buen relato, hace que mi corazón se sobresalte.
Lines
Una visión diferente sobre esta realidad. Lo desarrollas de una manera exquisita. Tu protagonista es real, por desgracia. La sección de sucesos lo confirma cada día.
Un abrazo.
La violencia contra las mujeres es un tema muy importante. Es muy difícil de cambiar las mentalidades. Me alegro de que abarcaste este tema, Asun.
Suerte.
Me ha recorrido un escalofrío por todo el cuerpo al leer el final. Enhorabuena por la selección, indudablemente merecida.
Un saludo.
Asun, felicitaciones por tu mención en la Microbiblioteca de enero. Buena historia. Abrazo.