AGO40. LOS AMOS DEL CLIMA, de Gloria Arcos
El breve aletear de sus frágiles alas era el anuncio de la llegada de la primavera. Su presencia siempre bella, con su cuerpo encarnado, adornado con sus curiosos lunares negros, alegraba cada año nuestras largas tardes, mientras jugábamos en las frías aguas del río. Cada niño que lograba atrapar a una de las bellas mariquitas adquiría entonces un lugar predominante en el grupo, ya que se suponía que, con ella, se convertía en el poderoso dueño del clima, y tenía desde entonces la capacidad para cambiarlo a su antojo.
Gloria, las mariquitas siempre fueron, imagino que esto continuará, un talisman para los jovenes y niños; bonitas descripciones y rica fantasía eb sus imagenes. Suerte y saludos.
Sí para mi también. Cuándo las cogíamos siempre cantábamos :»Mariquita de Dios dime si mañana hace frío o sol» y considerábamos que si volaba al día siguiente habría un sol radiante.Gracias por leerme y comentar, Cala. Un beso. Gloria
Gloria, un relato evocador. De niña cuando nos encontrábamos mariquitas, hecho bastante frecuente, no se ahora, las cogíamos entre las manos, pedíamos un deseo y las soltábamos. Entonces era un símbolo de buena suerte. A mi me gustan mucho.
Aprovecho para felicitarte por tu premio en Ser Castellón.
Un abrazo y suerte.
Elena
Muchas gracias por tus comentarios Elena. Para mí las mariquitas son también un motivo de buena suerte. Gracias por tus felicitaciones. Un abrazo. Gloria
Pues yo recuerdo que puestas en la mano, con la promesa de que se cumpliera un deseo, se paseaban uno a uno por nuestros cinco dedos hasta que aburridas de dar vueltas, abrían sus élitros, sacaban sus alitas de seda marrón y salían volando. Más tarde aprendí que eran fenómenas para comesrse los asquerosos pulgones que tanto daño hacen a los brotes tiernos de las plantas.
Muy bonito tu relato.
Jesús no sabía lo de que además de bellas fueran útiles para el campo. Una razón más para quererlas. Gracias por tus comentarios. Gloria
Hola, Gloria.
También recuerdo esas sensaciones con las mariquitas… Y la magia que le otorgábamos dependiendo del dedo que utilizara para lanzarse a volar. ¡Qué bonito, hija!
Un abrazo.
Muchas gracias Towanda. Me alegro el que haya podido haceros revivir los bellos momentos de la infancia. Gracias por leerme y comentar. Gloria
Gracias por tus comentarios. Me alegro de que os haya hecho revivir esos bellos momentos. A veces la nostalgia es buena. Gloria
Bucólico y evocador de la infancia, me encantan las mariquitas¿Quien no ha tenido alguna vez, una entre sus manos?Me gusto mucho tu relato.
Besos
Gracias Miriam. Creo que todos hemos tenido en algún momento una mariquita en nuestras manos.Gracias por tus comentarios. Gloria
Hola gloria , soy Esther el comentario anterior es mio me hice un lío con la cuenta del mail.
Besos
Muchas gracias Esther. A mí me pasa lo mismo y a veces el móvil me causa jugarretas. Muchas gracias por tus comentarios. Besos. Gloria
Hola gloria , soy Esther el comentario anterior es mio me hice un lío con la cuenta del mail.
Besos
No te preocupes Esther. A mí me ocurre lo mismo, especialmente en verano pues uso el móvil y me cambia muchas veces las palabras, la cuenta, etc. Gracias por leerme y comentar. Gloria
Gloria : Has escrito poesia en prosa. Precioso tu relato y delicado, me encanta.
Tengo en mi blog un cuento «la cosecha de cerezas» en el que las mariquitas juegan un papel primordial.
Saludos y hasta otro momento.
Entonces parece que ya tenemos algo en común. Me alegro que te haya gustado. Gracias. Gloria
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Las mariquitas eran las reinas del campo cuando éramos pequeños, que bellos recuerdos me trae a la memoria este relato, yo ahora vivo tambien en el campo y no logro ver ni una,alguien sabe si aún existen, o la contaminacion se las comió. Eran tan graciosas con aquella caparazón y cuando desplegaban sus alitas y emprendían un vuelo de corta duración ,,, que teimpos…..
Un abrazo lleno de recuerdos.
Puri
Si, alguna queda, aunque es difícil encontrarlas. Yo he jugado al mismo juego con mis hijos y es como volver a la infancia. Gracias por leerme. Gloria
A mi también me traen recuerdos de mi infancia, jugando con mis hermanos. Gracias por leerme.
Muchas gracias Ana. Parece que no soy la única con nostalgia y felices recuerdos. Me alegro que te haya gustado. Gracias. Gloria
Es muy tierno y bonito tu micro, con toda la inocencia de los nilos. Me ha gustado mucno. Sueete.
Besicos muchos
Muchas gracias Casa Encendida. Me alegro que te haya gustado. Un abrazo. Gloria
Me gustan esos relatos que recuperan tradiciones de la infancia o que evocan ese tiempo que siempre se nos queda marcado de alguna forma, aunque sean las vivencias de otros. Yo casi ni me acuerdo de haber jugado con ellas, y ahora, supongo que será porque no me fijo, cada vez veo menos, pero cuando encuentre una voy a hacer esa prueba climática y como no resulte ya te pediré cuentas.
Saludos y suerte.
Vale acepto el reto. Gracias por tus comentarios y por leerme.Gloria
Un cuento de los de siempre que gusta y es tierno.
Suerte.
Me alegro que te haya gustado. Creo que nos sale la ternura cuando educamos nuestra infancia. Gracias por tus comentarios. Un abrazo. Gloria
Otra vez el móvil me la ha jugado. Quería decir pensamos en nuestra infancia. Un abrazo. Gloria
Gloria, ya lo has conseguido, lloro, en Extremadura se cantaba diferente era «mariquita por Dios, cuéntame los dedos y vete con Dios».
Cuando se echaba a volar era fácil seguirla durante un rato.
Un beso
Veo que cada región o autonomía tiene sus propias versiones. Aunque en todas se les otorga un papel positivo. Gracias por tus palabras. Gloria
Primaveral y evocados Gloria. Felicidades y mucha suerte. Marta López (Claudia)
Gracias por tus comentarios me encanta que os haya gustado mi micro. Un abrazo. Gloria
Tiene este relato tuyo el encanto de la rememoración. Se traslada a la infancia y a su mundo mágico, con unos códigos propios que nada tienen que ver con los absurdos que luego adquirimos.
Me ha gustado mucho, Gloria. Es dulce y delicado.
Un abrazo y mucha suerte.
Muchas gracias Isabel. Eso al menos es lo que he pretendido expresar. Ese mundo mágico de la infancia donde todo parece posible y que por desgracia enseguida olvidamos al hacernos adultos. Muchísimas gracias por leerme y comentar. Gloria
Y nuestro clima parece que cayó e las manos de alguien inapropiado…, ay, que hemos crecido y la magia infantil se evapora.
Bonito recuerdo.
Divertido.
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Si, la verdad es que es una pena no poder retener el tiempo y poder prolongar la niñez y la inocencia. Gracias por tus comentarios. Gloria