AGO47. LA CARTA, de Javier Palanca
Enfiló la entrada de los tribunales erguido sobre sus patas traseras. Lo frenaron dos malencarados soldados. Les mostró, contento y orgulloso, la carta en la que el juez Kierling expresaba su deseo de contratarlo como secretario. Sí, y yo mañana general -dijo el alto. Necesitas un pase para entrar y se expiden en una ventanilla interior –dijo el fornido.
Consiguió la dirección de Kierling. El mayordomo lo trató de farsante porque el juez había sido asesinado días antes de la fecha de su carta. Ante su insistencia le achucharon los alacranes.
Arrastrándose sobre sus seis patas llegó a una miserable pensión.
Le despertaron con fuertes golpes en la puerta y se lo llevaron arrestado sin explicaciones.
Días más tarde, su abogado de oficio le iluminó: En el lugar del crimen de Kierling se encontró una pata de escarabajo pelotero.
– Pero yo soy un escarabajo verde y tengo todas las patas ¡Caso cerrado!
– Bueno, eso tendremos que demostrarlo.
El día del juicio le preguntó por qué no había escarabajos en el jurado.
– Muchacho, aquí nos regimos por las leyes de Louisiana-1883.
– ¡Pero estamos en Praga!
– ¿Y?
Javier, buen relato que me recuerda al proceso y aunque se acoge a los derechos civiles le aplican los praguenses. Pobre.
Un abrazo
Gracias, Epïfisis, esa era la idea.
Un abrazo
En el mundo de Kafka cualquier cosa es posible, incluso aplicar las leyes de Louisiana en Praga. Me gusta como utiliza a Kierling (ciudad donde murió Kafka) como un personaje dentro de la historia. Muy bueno, ¡suerte!
Saludos.
Gracias Beto. Me ha gustado que te percataras de lo de Kierling, aunque no es más que un guiño.
Y sí, con Kafka está la ventaja de poder expresarnos muy libremente en la historia.
Saludos
Me gusta mucho que hayas mezclado elementos de La Metamorfosis y El Proceso en esta historia. Tu relato es kafkiano en todos los sentidos. Un abrazo y suerte.
Gracias Ana. También hay un poco de «El castillo» en la primera parte.
Mis abrazos
Estupendo homenaje kafkiano en el buen sentido para este mes. Consigues lo que pretendes (me imagino), un desasosiego que te acompaña durante todo el relato. Lo de Kierling no lo había pillado; creí que era el nombre de algún personaje de sus novelas, pero ya me ha quedado claro.
Suerte y saludos, Javier.
Gracias Rafa, claro que imaginas bien.
Un abrazo
Muy bien relacionado con Kafka y una historia bien contada.
Suerte
Gracias Ana. Me alegra que te haya entretenido.
Abrazos
Gracias, Anna, por tu apreciación.
Besos
Javier: Genial tu relato, muy hilado, con esa atmósfera que atrapa. Saludos
Gracias, Lola, me alegra que así lo consideres porque no estaba seguro de haber creado la atmósfera que quería.
Abrazos
Veo que Kafka está flotando por ahí, y me alegro. Enhorabuena.
Juan M
Gracias, Juan Manuel, la ídea era esa.
Abrazos
Javier, acertado homenaje a Kafka. Consigues crear un ambiente lleno de angustia e impotencia.
Te deseo mucha suerte.
Un saludo.
Elena
Es agradable, María Elena, que lo pretendido sea lo sentido por algunos compañeros.
Muchas gracias y abrazos.
Es agradable, María Elena, que lo pretendido sea lo sentido por algunos compañeros.
Muchas gracias y abrazos.
Para mí un ritmo excelente y muy bien aprovechada la trama con el tema de los insectos. Y la indefensión que se siente cuando te llega una cartita de tráfico, por ejemplo. A mi me ha pasado tener que demostrar (es verídico, pero ni caso me hicieron) que la línea amarilla no estaba cuando aparqué el coche.
Un abrazo.
Gracias, Susana, por los comentarios y tu anécdota kafkiana.
Abrazos
Susana, te puedo asegurar que te creo. No es la primera vez que ocurre. Conozco a uno que en Vitoria se encontró, de la noche a la mañana, con su coche dentro de dos líneas pintadas: una roja y otra azul. Y multa, claro. Se lo tuvo que pelear y mucho… Y le costó, le costó.
¿En Vitoria? ¿Aurora? ¿eres de Vitoria? ….
Jó, esa historia es que me suena que me la han contado antes pero creía que era un bulo de esos que corren de boca en boca.
Un beso Aurora.
Aurora es de Bilbao y vive en Bilbao, o soy de Bilbao pero vivo en Mondra, t has estudiado en mi misma universidad y vives en Vitoria no¿?
por cierto vendrás a la quedada de entro de un mes en el botxo verdad¿?
Que subrealista y homenajeando a Kafka me ha gustado!!
Gracias, Mel, me alegra.
Abrazos
Me gusta eso de que la historia sea de escarabajos en Praga.
Me alegra que te gusten algunas conjunciones que quise hacer.
Abrazote
Hola Javier,
tu cuento tiene esas dosis metaliterarias que tanto me gustan. Cuando leía, repetía mentalmente Kierling, Kierlin, Kierling…. ¿de qué me suena? … ¡hasta los comentarios no he recordado de qué diablos lo conocía!.
Me gusta tu atmósfera ‘kafkiana’ y creo que has hecho un trabajo muy difícil.
Un besote para tí y gracias por el comentario que dejaste en mi entrada.
Gracias, Laura, por tan cordial y estimulante comentario.
Muchos besos y a ver que se nos ocurre para la próxima.