AGO53. APLASTA SUEÑOS, de Inés Zapirain López
A veces me siento una hormiga. Con mis sueños que me superan en peso y en tamaño camino por la vida. Ni siquiera sé cómo esos sueños van a llegar a buen término; solo sé que hay una parte de mí capaz de lograrlo. Llámalo poder interior, llámalo X…, yo me siento una hormiga. Un ser pequeño a la vista, pero fuerte en su esencia.
Y entonces ocurre, lector. Sí. Ocurre. Justo cuando estás llegando a tu destino, un pie enorme te aplasta. Espachurra tus sueños hasta convertirlos en polvo. Espachurra tus sueños y todo lo que tú creías ser.
Hoy me he sentado en el parque y he visto a las hormigas a merced de múltiples suelas aplasta sueños. De pronto he sentido deseos de gritar y lo he hecho. Y he alargado mi grito hasta los oídos de aquellas personas que me han dicho que no podía, que no valía. Y lo he hecho porque el día de mañana no quiero ser como ellos. No quiero robar ilusiones, frustrar caminos. Quiero cargar con sueños enormes sobre mi cabeza. Esperanzas escondidas en lo secreto, lejos de pisadas maliciosas. Porque nadie, salvo yo mismo, puede limitarme.
Una lección de coraje bien relatada.
Suerte
Muchas gracias, Ana.
Un saludo.
Inés… preciosa, emotiva y esperanzadora reflexión!!!
Planteas los sueños y las frustraciones en el mismo plano, todo tiene su verso y su reverso, como dos caras de la misma moneda, como las frágiles hormigas, pero también laboriosas y perseverantes hormigas.
Me ha gustado mucho tu alegato y, sobre todo, la frase final… estoy contigo: «Porque nadie, salvo yo mismo, puede limitarme». Fantástico!!!
Zorionak eta zorte oooon!!!
Muxu handi bat, pexoxa!
Marta
Martita!!! Me alegra ponerte cara, yo he intentado subir una foto y no hay manera.
Muchas gracias por tu comentario, me alegra que te guste.
Besos, preciosa.
El problema Inés es que sí te intentan limitar, porque a muchas personas lo que les molesta no es lo que ellos no pueden hacer, sino que lo consigas tú.
Un beso
Tienes más razón que un santo, hay que ponerles un alto a esas personas que por no haberse decidido a hacer nada, tampoco quieren que otras lo hagan.
Un beso casto, que contigo nunca se sabe;)
Hola, Inés.
Buen texto y gran mensaje final: «nadie, salvo yo mismo, puede limitarme».
Me encantó.
Suerte!!!
Gracias, Towanda. A mí me encanta que te encante.
Besos!!!
Inés, en las mismas cosas que limitan estan las lecciones de supervivencia; lo dificil es dar con ellas; tu protagonista parece que si conoce el camino. Suerte y saludos
Gracias, Calamanda. Lo importante es no convertirnos en nuestro peor enemigo. No hay nada que no podamos conseguir.
Un abrazo
Ojalá todos fuéramos capaces de gritar asdí. Suerte.
Besicos muchos.
Es cierto, yo a veces tampoco me atrevo.
Besos!!
Inés, qué preciosidad del texto con una profundidad increíble. Yo te deseo que cumplas todos tus sueños y que tengas mucha suerte en la vida. Y ahora te voy a dar la bronca. No eres perezosa y regístrate en el google que te echamos de menos por favor no seas tan perezosa que te estás perdiendo el contacto con tus amigos. Te quiero mucho tu amigo, Sotirios.
Soti, ya ves que ha sido darme caña y ya estoy registrada. No, si lo que tú no consigas jajaja
Gracias por tus palabras, eres un cielo.
Abrazos!!!
Hola, Inés. Te ha quedado un relato muy sentido. Me gusta especialmente el arranque del mismo con esas dudas y los sueños que nos superan como el peso que son capaces de soportar las hormigas sobre sí mismas.
Saludos y suerte para este mes.
Hola, Rafa. Siempre me ha fascinado esa capacidad de las hormigas, me gusta mirarlas cuando van cargadas… Y por supuesto, no las piso.
Muchos besos!!
Que buena reflexión, Inés. Las hormigas son capaces de levantar cincuenta veces su propio peso y además trabajando en equipo consiguen grandes cosas. Deberíamos aprender más de ellas, como sugieres. Un beso y suerte.
Tienes toda la razón, Eva. No estaría de más que aprendiéramos de todo aquello que nos rodea.
Un abrazo!!
Anita, cariño, muchas gracias.
Me fundo en tu abrazo.
Muxus!!!
Me ha gustado mucho tu relato, Inés.
Sí, existen personas malévolas que ponen zancadillas y se alegran de las derrotas de los demás, pero también están las otras, las que te ayudan y estimulan a seguir con tus sueños. Rodéate de las buenas e ignora las demás.
«Es justamente la posibilidad de realizar un sueño lo que hace que la vida sea interesante». Paulo Coelho «El Alquimista».
Un abrazo.
Una frase preciosa, sí señor!!
Nunca hay que dejar de perseguir los sueños.
Gracias, Amelie.
Un beso.
Ese es el camino, Inés. Grita si tienes que gritar y que nadie te pise. En los hormigueros están tan bien organizados que aunque venga el enemigo siempre sobreviven. Tomemos nota todos.
Un abrazo.
Sí, Susana. A veces me quedo con las ganas; pero cuanto más mayor soy menos me importa decir las cosas. A mucha gente hay ponerle un «alto», porque tienen una boquita…
Besos, Susana.
Buen relato Inés. Cómo les digo a mis hijos siempre hay que luchar por los sueños, persistir y evitar las zancadillas. Muy profundo. Un abrazo. Gloria
Gracias, Gloria. Grandes consejos los que les das a tus hijos.
Un abrazo.
Precio el relato. Me ha encantado. Un abrazo
Gracias, Ana. Me alegra que te guste.
Abrazos.