AGO59. UNO, de Mei Morán
Añil hizo llegar los azulejos por el valle, camuflados en las alforjas de las mulas. Cuando llegaban al pie del edificio obligaba a los hombres a salir del pueblo con los ojos vendados, diseminados y en múltiples direcciones, para que no pudieran recordar el lugar. Los albañiles trabajaban de noche, a la tímida luz de la luna y después de dos días de labor, eran sustituidos por otros, que también venían de lejos. Pasaron algunos meses y la obra quedó terminada. Añil cerró por dentro la modesta casa, a cal y canto. Y tiró la llave en el pozo que se encontraba en el centro del patio. Al lado, se elevaba el complicado laberinto vertical de baldosas índigo. Subió los peldaños empinados de la fantástica construcción. En una última inclinación alargó las manos. Introdujo sus dedos huesudos en lo denso de la bóveda celeste y acabó fundiéndose con el azul, tan profundo como el del mar.
Es como estar viendo el mar en medio del desierto. Como ese Sangrilah de la mitología donde uno se reencuentra consigo mismo.
Abrazos, me gustó
Me ha gustado Mei, vertiginosa la construcción y la clandestinidad que la acompaña.
Suerte.
El azul calma relaja y embriaga, si es del cielo. Suerte Mei
Mei Morán, poético relato que me ha trasportado a esos faraones del antiguo Egipto que ordenaban construir una tumba acorde a su estatus para el viaje al otro lado.
No hay nada mejor que mimitizarse con aquello que se venera cuando ya se acabo nuestro viaje por estos lares.
¡Suerte en el concurso!
Un abrazo fuerte.
Mei: Hermosa alegoría. Tan borgeana, tan misteriosa, tan laberíntica. Gracias por el homenaje a nuestro gran escritor. Gustavo
¡Uno de los más interesantes e imaginativos relatos, Mei! Atmósfera, colores, misterio, un final muy original…
Suerte.
Un nuevo aleph donde el cielo y el mar se consustancian, y muy muy bien escrito, como suele ser habitual en tus trabajos.
Mei, original y con sabor a leyenda tu texto.
¡Suerte!
Besitos
Original y lírico relato.
Suerte,
Añil y su historia me han retenido en esa línea que divide el mar del cielo. Muy bonito Mei.
Un abrazo