AGO91. INMORTAL LAZO AZUL, de Graciela Carroz
Nubarrones, lluvia. Gris y húmedo el cabello despeinado. Caminaba despacio dejando que el agua empape su traje. No le importó perder su perfume caro en la calle embarrada. No le importó el frío que lo entumecía. Miró su caro reloj y apuró el paso. Llegaría puntual, como siempre. Dobló la esquina y alzó la vista. Allí estaba ella. Su impermeable azul marino realzaba la rubia belleza. Y sus ojos… ¡Dios! Sus ojos eran el mar en el que siempre deseaba sumergirse, el mar que alguna vez perdió y ahora rencontraba. La dulce mirada de la que amó. Atrapado por ese abismo azul marino, escuchó su propia voz susurrar el breve saludo:-¡Hola, hija!- Y tiernamente la abrazó.
¡Gracias! encontré en vuestra propuesta un desafío diferente y disfrute de este nuevo modo de escritura