96. Album familiar (Estibaliz Dilla)
Me encanta este trabajo. Es de lo más interesante. Nunca una jornada es igual a la anterior o a la siguiente. Desde el momento en que me envuelvo en la bata y me coloco mis equipos de protección individual se me olvida quién soy y solo pienso en incidir, cortar, abrir, separar, extraer, pesar, anotar, recolocar y cerrar. En cada ritual encuentro algo nuevo, un mapa enredado que poco a poco voy descifrando con la innegable colaboración de mi ayudante.
Cuando damos por concluido todo el proceso, ella desecha los guantes llenos de sangre que hace un segundo han enfundado sus manos y coge el móvil para enfocar y fotografiar al cuerpo que hemos desarmado y vuelto a armar. Y me dice con sus grandes ojos verdes llenos de excitación:
– Ya tenemos otro más para nuestra colección de monstruos.
Estibaliz, la rutina de este escenario puede ser muy variada, asi lo veo, parecen profesionales de policia o forenses. Suerte y saludos
Me encanta el final, me encanta!!
Para la mayoría de los oficios se necesita vocación, para forense desde luego.
Un saludo y suerte, Estíbaliz
Que les guste, vale, pero que disfruten… eso ya es harina de otro costal.
Me has metido en tu historia, bien contado.
Un besazo, Esti.
Buen relato.
Felicidades
Vas abriendo muchas puertas por el camino y al final nos das una pista para que no nos perdamos. Metes muy bien en la historia. Mucha suerte 🙂