44. ALCANTARILLA (ALBERTO M)
La tapa de aquella alcantarilla tenía una cierta holgura. Si la pisabas al pasar, se hundía ligeramente y volvía enseguida a su lugar, dejando escapar una gárgara oscura como un misterio profundo. No era tan fácil darse cuenta, la mayoría de los viandantes ni se enteraban. Pero, si ponías atención, especialmente a la hora del crepúsculo, puede que notases algo extraordinario. Un día me di cuenta de que si la pisaba, y luego miraba hacia atrás queriendo saber qué es lo que estaba pasando, unos dedos de hielo me rozaban el corazón. Pasé varias veces y todas ellas sentí como si hubiese perdido un deseo o una razón para vivir. Entonces probé a pasar sin volver la vista atrás. Ocurrió un prodigio: adiviné, viéndolo sólo en mi interior que la tapa se deslizaba dejando un huequecito oscuro. Fantasmas de niños huérfanos subían la escalerilla, se asomaban con sigilo y dejaban salir sus sombras a vagar por las aceras. Al día siguiente volví al lugar. Pisé, seguí tres o cuatro pasos y me detuve sin volverme. Sentía la silueta de una niña pegada a mi espalda. Seguí caminando lentamente con ella agarrada a la camisa. Nos necesitábamos.
A veces, basta con dejar que se abra la tapa de la soledad para que las almas que se buscan, se encuentren. Solo hay que ponder atención. Me gusta tu relato. Mucha suerte.
Me encanta Alberto!
Un cuento con aire de leyenda urbana que termina bien, dejando una sonrisa en la cara del lector.
Me encantó, ALBERTO.
Un beso,
Mariángeles
Alberto, un final precioso, con moraleja, para un relato original y bien contado. Suerte y saludos
¡Precioso relato! Muchas felicidades, Alberto.
¡Qué bonito Alberto! Al principio tu relato genera desasosiego, es fácil dejarse llevar por las experiencias de tu protagonista, que, por cierto, es un valiente, la primera sensación con los dedos de hielo en el corazón me habría llevado a no volver a pasar por ahí. Y al final, lo que parecía que terminaría en terror, acaba siendo de lo más dulce, ese «Nos necesitábamos» llena tanto, reorganiza todo, pone a cada uno en su lugar.
De verdad me ha gustado mucho, ojalá tengas suerte con esta historia.