47. Alguien cuenta
A la luna llena baja vino y, bajo ella, llena de dudas, la muchacha se sentó. Tan redondo el astro descolgado que acogió, como propia, la o redonda que en redondo la boca roja suspiro: “oh…”. De vuelta devolvió la luna el lamento con la letra, polvo blanco como lluvia empolvando su melena. Se miran entonces al espejo: una desde abajo mira arriba, otra desde arriba mira abajo. Pesares compartidos en la noche que alguien cuenta.
Muchas gracias, Ana!!!
Saludos
Me recuerda a las cancioncillas habladas que recitaba mi abuela. Esas que se decían en los pueblos y que se transmitían vía oral de madres a hijos. Desgraciadamente no recuerdo ninguna pero tu relato me ha llevado de nuevo a tenerla a los pies de mi cama. Mil gracias. El relato es muy original y me ha gustado mucho. Mucha suerte 🙂
Sólo por eso que me cuentas merece la pena haber escrito esta historia… Gracias a ti
¡Qué precioso! Parece una canción. Me ha encantado el ritmo y el juego de palabras.
Gracias, Isabel!