66. Alma mater (La Marca Amarilla)
Los celos son esas ondas concéntricas que aparecen en el agua queda cuando algo perturba la superficie; primero aparece una, insignificante, que se va haciendo más grande, después aparece otra…
Ella creía que aquello de los celos lo había superado con los años de matrimonio, porque de novia lo pasó muy mal y en más de una ocasión apareció la fiera en que se convertía. Creyó olvidarlos definitivamente con la llegada de Samuel, su príncipe, el único hombre sobre la tierra que, este sí, eternamente sería suyo.
Pero la vida no siempre está en calma, como tampoco el agua de un lago, y la suya estalló precisamente el día en que él le había regalado aquella preciosa pulsera para el tobillo. Ella ahora sabe que no debería haber actuado así, pero entonces no pudo soportar, débil como era, que él paseara de la mano con aquella mujer, una mujer que no era su madre.