100. ALMOGAVAR
Con la rodilla en tierra et apoyado en el ferro miro el cielo. Chove. Et el polvo de la contienda et la humedad fizo un barro sucio en mi rostro, en mis ropas. Et todo es acabado. Tengo el corpo cansado et el alma harta. Son muchos annos de hedat et aquesto ya anuncia el fin de las luchas venderas. Al final non hay victoria Et mi crehador non tiene misericordia.
Non hay honra. Non hay amor. Hay sed…
Mi pecho busca aliento et el entendimiento vuela.
Et no hay más regno que el propio. Et la batalla es vita et es caminnar por el borde del abismo et elegir entre inferno et locura. Non hay santos. Non es posible la tranquilidat de paz et tornar la tempestad en prosperidat. Eso es sueño.
Poniéndole la mano en el hombro y dibujando media sonrisa dijo:
-¿Qué tal estás Manuel? ¿Bien? Anda, vete a casa y descansa que mañana será otro día y seguro que tendrás más suerte.
Por mucha conpannya siempre se está sólo en la muert. Et mi único deseo es que los corvos esperen a que el alma abandone mi corpo antes de devorarme los ojos.
Manuel, se respira la desesperacion y falta de entendimiento en tus palabras. Suerte y saludos
Terrible soledad.
Las palabras se mantienen inalterables en la mente del moribundo. A veces morirán con él. A veces no.
Un saludo
JM
Trremenda historia, que eriza los pelos.
Suerte.