01. ALTA TENSIÓN
La fotografía no fue tomada en blanco y negro, en realidad es de los años ochenta, aunque irradie ese destello apolillado de los retratos antiguos. Un niño con la mano apoyada en el rostro hace muecas y su hermana pequeña le observa con divertida admiración. La madre vuelve a elegir esa imagen para su perfil del whatsap, lo hace año tras año en fechas navideñas. Recordar para sellar heridas que nunca cicatrizan del todo, que siguen supurando eléctricas descargas.
Y luego está la pregunta sin respuesta, la pregunta que desgarra, la pregunta quizás tan absurda como las escaleras que trepan a ningún sitio en los relatos de Borges. Cómo sería su vida de no haber existido esa otra escalera, esa torre de alta tensión de veinte metros, esa noche de luna llena. En qué se habría convertido el niño sonriente de la fotografía, joven de mueca quebrada que trepa fuera de sí por los peldaños metálicos de aquella torre.
Pero la vida nunca ofrece respuestas a los saltos premeditados al vacío, acaso descoloridas imágenes, donde el tiempo se detiene como una escalera imposible en ascenso hacia el eterno descanso en los pechos de la Madre Luna.
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El tiempo parece haberse detenido en una fotografía, cuando en realidad todo está siempre en movimiento. En esa ausencia de quietud suceden nuchas cosas, algunas terribles, que hacen que el tiempo sí que se detenga realmente, pero solo para una persona cuando ha llegado su momento, a veces demasiado pronto, a veces quitando vida a sus más cercanos.
Un abrazo, feliz 2025 y gracias por otro año enteciano, Juan
Perdona Ignacio que te he cambiado el nombre, tanta fiesta que le descoloca a uno.
Otro abrazo
Que todas las confusiones sean con grandes maestros como nuestro querido JAMS!!
Qué reflexión filosófica tan interesante, Ángel, sobre el tiempo que se nunca detiene o que en ocasiones se queda quieto, y no se sabe si es peor lo primero o lo segundo… Un fuerte abrazo y feliz 2025 a ti también!
Ay, Ignacio, maldita escalera y maldito salto premeditado.
Me gusta como vas desvelando la historia que hay tras esa fotografía, todo pausado y medido para provocar la emoción. Me has dejado sobrecogida.
Un abrazo y feliz 2025.
Rosalía! Muchas gracias por tus generosos comentarios sobre mi historia, siento ese sobrecogimiento, pero si te dijera encima que es un hecho real…
Pues lo siento en el alma, hay cosas que nunca deberíamos vivir.
Un abrazo.