74. ÁMBAR Y AÑIL
Ella pertenece al mar. La parieron en un barco a la deriva y tiene en la piel el tacto líquido y tibio de las aguas. Es adicta al canto de los delfines. Al rumor de los vientos. A trenzar algas con corales.
A él lo alumbraron en la inmensidad ardiente del desierto hace más de dos décadas. Tiene en su piel el color de la arena y cabalga sobre dunas de oro a la caza de oasis verdemar.
El destino -alquimista avezado y caprichoso- los cruzó el día que ella, escupida por la furia de la tormenta, arribó en el mismo puerto al que lo lanzaron a él los vientos que bebieron su erial.
Ella, fascinada por el ámbar de sus ojos, renegó de las aguas.
Él, inmerso en los mares de los de ella, no volvió la vista atrás.
Viven de una manera nueva. Aunque a veces, cuando él no la ve, ella acude al reclamo de las olas que visten su nostalgia con algas y corales traídos de alta mar. Mientras, él se empapa de sol, hechizado por los caminos áureos que dibuja el pajizo horizonte al amanecer.
Otro bello y magnifico relato de mares y desiertos, escrito con una prosa muy cuidada.
Felicidades.
Dos mundos unidos para crear otro nuevo, en los que ambos viven a su manera, como si solo fueran no, para lo que han tenido que renunciar a algo anterior y genuinamente propio, que a veces también les llama.
Un relato para recrearse, en el que late la poesía.
Un abrazo, Yolanda. Suerte y felices fiestas
Relato que rezuma belleza, amor y nostalgia. Propia de una maestra de las letras.
Suerte, Yolanda.
Precioso. Precioso. Precioso. Precioso. Precioso
Un lenguaje poético, cuidado en cada letra. Una historia de amor en la que, como suele ocurrir, ambos deben renunciar a algo. Pero no está contada como suelen contarse las historias de amor. Eso es lo que la hace tan bella,
¡Mucha suerte, Yolanda!
Gracias amig@s!!
Felices fiestas para tod@s.
Yolanda, una bella historia digna de una poetiza, que podría ser dictada por Neptuno.
Un abrazo y suerte.
Muy bonita historia con el ritmo preciso de la prosa poética. Mucha suerte.
LuisCar
Una maravilla de historia, llena de poesía y buen hacer. Me encanta la descripción de tus personajes, dos personas distintas, de mundos diferentes y fisonomía de mar y tierra. Un único destino, encontrarse y fundir su vidas, sin que ello haga que abandonen su pasado.
De verdad que me ha encantado. Bravo Ana.
Un beso inmenso.
Yolanda, un relato lleno de poesía. Precioso. Y con ese final donde late el mensaje subliminal de que nunca hay que renunciar a uno mismo ni aunque sea por amor. Siempre fantástica. Un beso muy fuerte.
¡Que hermosa historia de amor y que bien contada! (lo último mérito tuyo).
Pura poesía, me he mecido al ritmo de tu relato. Enhorabuena y gracias por compartirlo.
Vaya meses inspirados que me lleva la leonesa…
Aún no repuesto de tus féretros flotantes (junto a «La muerte es un perro delgado», de Mar Horno, lo mejor del 2015), nos arrastras entre algas y dunas a un amor posible/imposible
Y todo ello bajo una perspectiva original y poética.
Suerte y feliz verano.
Un texto muy gráfico y sugerente, Yolanda; me gusta cómo has tratado el tema, con esta prosa poética tan cuidada. Te leo en forma, compañera.
Felicidades y un abrazo. La suerte va implícita en el relato.
Gracias amig@s entcianos por vuestros ruborizantes comentarios, más valiosos para mí que el huidizo gordo de ayer.
Modes… Todavía estoy colarada de emoción por tu valoración de mis flotantes.
Besos pre-navideños para tod@s.
Una bonita historia de amor que terminará en divorcio. Poético y muy bien contado. Suerte a fin de mes.
Ohhhhhhhhh, me he quedado sin palabras. Qué bonita historia, tan bien narrada.
Una historia muy bonita contada y trabajada con esmero y apoyada en las tablas que un relato tras otro, demuestras. Creo que este relato quedará muy arriba. Mucha suerte 🙂
Gracias también a los nuevos comentarios.
Feliz año amig@s!!