08. ANATOMÍA DE UN INSTANTE ( Fernando García del Carrizo)
Mi hermana está a punto de ahogar a su pollito en la bañera al intentar limpiarle la caca con la que se ha manchado. El teléfono no para de sonar sin que nadie lo coja. Mi padre chilla desde la cocina que por favor alguien responda, que tiene las manos sucias de hacer albóndigas, mientras mi madre termina de planchar los uniformes del colegio. Mis hermanos galopan por el pasillo con el traje de indio el primero y el de vaquero el segundo, mientras gritan como en las películas. El timbre de la puerta suena varias veces sin que alguien abra, para desesperación de papá que sigue empantanado con la cena. El general Mc Arthur abre sin detenerse para evitar que Toro Sentado se escape. Es la abuela que viene de rezar el rosario con las amigas. Pregunta si alguno va a responder la llamada. La pequeña empieza a llorar al ver que su amigo con plumas ha dejado de moverse. Imposible estudiar con tanto ruido. Ya que estoy de pie, que ponga la mesa. Si suspendo es cosa vuestra. Debo escribir una redacción sobre qué quiero ser de mayor. Papá, fraile en un convento de clausura.
Un caos doméstico de lo más completo, con un encanto familiar, pese a todo, innegable. Los planes de futuro del protagonista y narrador son muy comprensibles y lógicos, aunque, como reza el título, tal vez solo haya sido la impresión de un instante y acabe con cualquier otro oficio.
Divertido e intenso, Fernando.
Un abrazo y suerte
Gracias Ángel por tus comentarios. Un abrazo. Fernando
Qué bueno, jaja. Contemplo la escena con total claridad. El caos máximo, visto desde fuera con mucho cariño y una sonrisa. Un abrazo y suerte, Fernando.
Muchas gracias Aurora. Me alegra que haya despertado una sonrisa.
Un abrazo. Fernando
Vida cotidiana de una familia corriente. Cuando el nido se vacía todo esto sabe a gloria. Eso es lo que he sentido, y también ha sido divertido.
Gracias Rosa por leer y comentar.
Eso pretendía mostrar, el caos de una familia numerosa de varias generaciones y la belleza intrínseca de esa situación.
Hola Fernando! Un relato trepidante de los avatares de una familia que cada uno va a su bola, como decimos… Muy bien logrado y divertido. La reflexión del muchacho en el final me encanta. Saludos!
Muchas gracias Miry por tus comentarios. Me alegra que te hayas gustado
Fernando, esta genial como describes el caos cotidiano de una c familia con peques. Empatizo totalmente con el narrador, yo también abrazarla la paz del convento.
Un abrazo y suerte.
Muchas gracias Rosalía por leer y comentar. Un abrazo
Jajajaja, no sé si las casas de ahora, menos pobladas por lo general que las de mi generación, viven también estas situaciones, pero desde luego me ha parecido habitar de nuevo el piso de mis padres a mis seis o siete años, junto a abuelas, primos y vecinos habituales. Un caos… pero qué hermoso. Gracias.
Muchas gracias Eduardo por leer y comentar. Me alegra que te haya gustado
Nos seguimos leyendo