35. Ansias de libertad (El Moli)
El encanto funcionó, me convertiste a tu antojo en pez, atrapada en un lienzo que se agitaba en tu ventana.
Quedé presa a la vista de todos, que no imaginaban que tu magia fuera tan poderosa. Pero el deseo de libertad fue más grande que tu poder y a fuerza de constancia me rebelé al hechizo escapando de a poco hacia tu ventana.
Solo quedó una imagen sin cabeza suspendida mientras volvía a ser yo.
Desde la ventana te grité que jamás sería tuya.
Con magia o hasta sin ella, algunos detentan el poder sobre otros, algo que sucede a la vista de todos. Tan acostumbrados estamos que nos parece natural que una mujer quede presa, en un espacio limitado, sin los mismos derechos en la práctica que sus compañeros masculinos.
Un relato en el que pueden leerse las ansias de libertad, o de igualdad, que viene a ser lo mismo, de un colectivo maltratado a lo largo de la Historia. O al menos, es lo que a mí me sugiere la lectura de un texto donde lo cotidiano y lo sobrenatural se entrelazan.
Un abrazo, Moli
Siempre me dejas anonadado con tus comentarios Ángel, ya que encuentras mucho más de lo imaginado por mí.
Un gran abrazo y gracias.
Cuando la verdad se abre camino y aparece el desencanto, hay que tomar de nuevo las riendas de la vida, de la propia vida. Y ni un paso atrás como avisa la protagonista. Te deseo mucha suerte y me alegra volver a leerte.
Gracias Mira por pasar por mi espacio.
Te dejo un abrazo.
Hola, Moli!!!!
Me has puesto el vello de punta a cada línea leída.
Una historia de superación y libertad.
¡Me gusta!
Qué bueno volver a leerte, Luis.
Un abrazoooo
Gracias querida amiga, a mi también me dio gusto leerte.
Te dejo un gran abrazo.
Me gusta tu historia, da para mucho. Muchas felicidades.
Muchas gracias María, no se si da para tanto pero es lo que hay.
Un gran abrazo.
Una historia dentro de otra, Moli, la sirena atrapada que no lo es tanto.
Me gusta. Abrazo grande.
Gracias Manoli, fue un intento de decir algo diferente.
Un abrazo.
Hola, Moli.
Todo el texto es un grito de libertad, de decir que no al opresor, de una valiente…
Me ha gustado cada línea y ese cierre maravilloso: «Desde la ventana te grité que jamás sería tuya».
Un abrazo gigante y suerte.
Muchas gracias amiga por pasar por mis letras.
Un gran abrazo.