86. ANTOLÓGICO (Ana Tomás García)
Si no fuera porque trabajo en el turno de noche y por lo tanto no estaba plácidamente dormido, juraría que lo sucedido hace unos días fue una tremenda pesadilla.
Apenas llevaba un par de horas ocupando mi puesto cuando, en un momento dado de la madrugada, me vi envuelto en una espiral de situaciones surrealistas que fueron incrementando la tensión de manera alarmante entre los clientes, hasta el punto de crear una atmósfera densa y asfixiante que casi acaba con todos. Nunca llegué a imaginar que semejantes circunstancias pudieran producirse entre personas civilizadas y menos que me tocaría a mí ser espectador a la fuerza de tales acontecimientos, como si fuera un convidado de piedra escuchando improperios por parte de todos los protagonistas, que exponían libremente sus intimidades ante mi estupefacción. Claro que trabajando en un hotel de carretera como éste ya debería estar acostumbrado, pero es que hay cosas a las que uno no llega a acostumbrarse nunca, y eso de que la realidad siempre supera a la ficción se queda muy pequeño ante tamaña tangana de parlamento inverosímil.
Como iba diciendo, anécdota entre las anécdotas, de antología, para el estudio del comportamiento humano, escuchen…
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Ana, cuanto chismorreo para dejarnos con la miel en los labios. Lo has presentado con originalidad, manteniendo el interes del lector hasta el final. Suerte y saludos
Gracias Calamanda, no hay nada como los chismes para que se nos abran los ojos y las orejas como platos. Un beso.
Un trabajador nocturno en un hotel de carretera tiene que ser testigo de mil y una historias, materia prima para muchos relatos. Bien es cierto que no has llegado a concretar ninguno, pero también que el hecho de constatar que el protagonista es un testigo de excepción en un lugar especial ya es una historia en sí.
Suerte y un saludo
Gracias Ángel, he trabajado en hoteles y ninguna de las anécdotas que tengo se puede resumir en doscientas palabras (lo he intentado pero se perdía toda la esencia) así que me he quedado en el preámbulo, que es más intrigante. Un abrazo.
Eso no se hace Ana, tantas palabras para no decirnos nada…
Nos has dejado sobre ascuas, muy original.
Un abrazo y suerte.
Jajaja a mí también me da coraje Moli. Gracias y un abrazo.
Tu personaje exasperaría a cualquier periodista o a un policía con prisa que solo quisiera saber los hechos ocurridos. A nosotros nos resulta simpático por esa forma de alargar la tensión sobre lo sucedido, pero es que trabajar en un motel por la noche tiene que dar para mucho.
Suerte y saludos.
De verdad que es desesperante tanto parloteo para nada Rafa, pero qué vamos a hacer, este mes me he topado con este personaje. En general trabajar de cara al público siempre genera mogollón de anécdotas pero por la noche parece que todo sea más siniestro… Jeje. Un abrazo
Hey, no puede ser!!! ¿Qué pasó, pues? Jajaja. Muy buenooo!!! Felicidades!
Jajaja, gracias María! Un beso.
Ana necesitamos saber más… Nos has dejado con los ojos puestos en el monitor mirando esos puntos suspensivos cargados de mil historias.
Has hecho bien, tu ya has comenzado el relato de manera maravillosa y original ahora les toca a otros…
Un beso
Es que queréis que os lo de todo y eso no puede ser, tenéis que trabajar un poquito jajaja. Gracias María Belén, un beso.
Me gusta el ritmo que le imprime a la historia, provoca cierta ansiedad por conocer de qué va el asunto y de repente nos desequilibra con el final, el cual me parece original y efectivo. Muy bueno, suerte Ana Tomás.
Saludos.
Muchas gracias Beto, me alegra mucho que le guste a pesar de dejarle con la miel en los labios. Saludos.
Jajaja! Qué bueno, yo veo la peli: «Four rooms», una locura…
Si Cari, pudiera ser o un lío semejante al de Gran Hotel Budapest, maravillosa película por cierto. Un saludo.
Gracias Ana, me alegra muchísimo que te haya gustado tanto siendo que al final el protagonista sólo habla pero no cuenta nada, habrá que llevarlo a una terapia de esas para que siga contando jejeje. Un beso.
Escucho, escucho con los oídos abiertos como un elefante. Ja ,ja ,ja, este micro vale mucho. Me gusta como lo narras y como lo terminas totalmente abierto para contar mil historias. Muy simpático micro me ha gustado mucho. Un fuerte abrazo, Sotirios. (Un relato mío Valentina ha sido publicado en un libro que se llama “Antología I concurso de terror “está en mi blog sotiriosmoutsanas.blogspot.com me haría mucha ilusión si lo leyeras)
¡Pero bueno! Esto es una introducción ¿dónde está lo que sigue?? ¡Venga, venga, suéltalo ya!
Ja,ja,ja, que manera de dejarnos con los dientes largos y babeando. Un abrazo.