28. Apagón
Has venido a por tus cosas. Has querido que fuésemos igual de equitativos a la hora de desarmar nuestro hogar, como lo fuimos para montarlo. En la despensa solo quedaron dos cervezas de un pack de cuatro y seis huevos de una docena; en el dormitorio, el armario desvencijado busca boquiabierto su segundo cuerpo y, del edredón nórdico seccionado, tres o cuatro plumas de tu mitad se disputan, en el suelo, una esquina de las dos que me dejaste. En la biblioteca ya no ha sido reparto, ha sido matanza. En equilibrio inestable sobre serrín de estanterías, los libros agonizan, desmembrados, desvalidos, no son más que mitades de historias y prólogos. Te miro desde la ventana escondido tras un jirón de visillo. Es de noche. Te veo «entera» cargando el maletero de tu coche, mientras yo me encuentro roto. Entonces voy a por el destornillador de estrella, me subo en el alféizar y, aunque creas que aún te quedan muchos astros en tu cielo, uno a uno los iré aflojando.
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En las rupturas siempre hay una parte que sufre y pierde más que la otra. Dicen que el tiempo todo lo cura y quizá sea cierto, pero la fase hasta que las heridas cicatrizan puede hacerse eterna.
Tu protagonista poco puede hacer para aliviar su dolor, salvo el intento de que sea más equitativo, aunque se antoje algo tan imposible en la práctica como desactivar una a una las brillantes ilusiones de quien sobrevivirá mejor.
Un relato lleno de hermoso simbolismo, con el dolor de alguien que se va apagando por dentro y por fuera, en cada objeto antes compartido.
Un abrazo y suerte, Dominique.
Una ruptura amorosa nunca es equitativa; siempre hay alguien que sale perdiendo. En este caso, tu personaje perdedor consiguió quedarse el destornillador de estrella y esto le servirá para ajustar un poco el cielo. Este final me ha gustado mucho.
Nos leemos
Gracias por vuestras lecturas, Ángel e Isabel… efectivamente, imposible que algo no se rompa al romper.
Que imagen final más potente!
Qué bien hilado el que alguien «entero» deja a otro roto, a medias.
Muy bueno
La estrella en un destornillador, buana jugada, imaginativa, y de lo pequeño a lo grande, la gran separación , la lucha, la venganza y el tú más. La imagen es clara y contundente, me gusta Dominique. Besotes y suerte.
Gracias, Luisa y Manuel, en cuanto pensé al destornillador vi la historia.gracias por pasaros por aquí pero no os puedo invitar a un café, solo me quedaron los platillos,las tazas las tiene ella😉🥰
Dominique, me gusta cómo hilas la historia, una interesante historia y casi divertida, con un final espectacular, que para mí es la estrella del relato.
Un abrazo y suerte.
Gracias, Rosy,a ver hasta dónde llega este destornillador 😉
Dominique tu historia de ruptura, de desamor está hilada de una manera muy gráfica y rematada con un final inesperado y original. Un abrazo inmenso
Gracias, Gloria 🥰