39. APARIENCIAS
A veces las cosas son lo que parecen y donde crees ver de forma fugaz a tu pareja abrazado a otra persona detrás de un cristal, estás, efectivamente, viendo a tu pareja y no a alguien que se le parece mucho. Y si al anochecer, cuando llega a casa, le preguntas dónde estuvo a la hora en la que se produjo la fatal visión y antes de contestarte que en una tediosa reunión del consejo de administración de su empresa, te parece apreciar un ligero nerviosismo en él, tampoco son figuraciones tuyas, efectivamente se ha puesto nervioso. Y si, más tarde, mientras brindáis en mitad de la cena, alguien se pega a vuestra ventana y al miraros cree ver una pareja feliz, ese alguien podría estar equivocado, porque las cosas, no siempre son lo que parecen.
A veces las cosas son lo que parecen, pero otras no. La diferencia entre unas situaciones y otras depende más de la voluntad de los protagonistas, de que se encuentran o no cómodos instalados en una mentira, puro teatro.
Con qué sencillez abres un abanico de posibilidades sobre la conducta humana, que bien podrían desarrollarse en extensos tratados, pero a ti te basta con un relato breve, que deja pensando al que lo lee, además de gratamente sorprendido.
Un abrazo y suerte, Yolanda
Siempre generoso y certero en tus comentarios.
Muchas gracias, Ángel.
Terrible palabra la que da título a tu relato. Lo dice todo en tan escueto relato. Suerte Yolanda.
Besicos muchos.
Muchas gracias, Nani.
Un abrazo.