68. Asuntos pendientes (Alberto BF)
El avión salió con retraso de Montevideo, y aterrizó con mucha demora en su ciudad natal. Javier estaba nervioso, y llegar tarde no le ayudó precisamente a recuperar la calma.
Treinta años hacía ya que emigró a Uruguay y no pisaba su tierra.
A decir verdad, sentía un poco de miedo por la reacción que pudiera tener el resto de la banda cuando le vieran aparecer. Tenía muchas lagunas sobre aquellos años, pero cuando intentaba recordarlos percibía una punzante sensación de desasosiego en su interior.
Desde la ventanilla del taxi le parecía circular por un territorio nunca explorado, le costaba creer que estuviera en su ciudad. Pero según se acercaba a su antigua barriada fue evocando escenas aparentemente olvidadas.
Se había citado con Txomin, el tuerto, en el callejón de siempre. Él fue quien le propuso el regreso para tratar algunos temas que podrían interesarle. Bajó del taxi y comprobó que habían acudido todos. Mientras se acercaba a ellos, un escalofrío recorrió su espalda, y recordó de forma súbita el motivo por el que huyó a otro continente.
<<Recuerdos al agente Márquez>>, le susurraron mientras el frío acero saldaba una deuda excesivamente prolongada en el tiempo.
Hay retornos que es mejor no emprender. Tu protagonista tiene un pasado turbio y, efectivamente, «asuntos pendientes», pero de los que solo puede salir escaldado. Siempre se ha dicho que la mafia, o cualquier organización criminal, no perdona, menos todavía a un confidente de la policía, como parece ser el caso.
Un relato de atmósfera asfixiante, que se acentúa hasta el desenlace final y fatal.
Un abrazo y suerte, Alberto
Muchas gracias por tu comentario, Ángel.
Un abrazo!