Triste y metafórica sentencia, Nieves. ¡Ah, no! Real como la vida misma. La comedia del no entendimiento entre dos especies de humanos diferentes. Metáfora premonitoria de un mundo de viejos en extinción. Bueno, bonita sentencia.
Nieves, nos dices una realidad que a menudo ocurre; desmosles un voto de confianza y deseandoles lo mejor invitarl@s a cambiar de lugar. Suerte y saludos
Esto es lo que yo llamo un » lector creativo». Es cierto,estas líneas, con voluntad de alegoría, pretenden remarcar la isla que cada uno somos, aun dentro del a matrimonio, que aunque no era mi punto de partida,perfectamente encaja en su lectura.
Literalmente, una atracción fatal, fruto de la más pura atracción, por otra parte, pero sin poder librarse de los malentendidos que a veces parecen ser un perpetuum mobile.Gracias, Eduardo.
No se puede decir más con menos palabras. Mínima presentación para una gran polémica. Queda la idea (esperanzadora) de que todos se movían para lograr ese posible encuentro. En fin, lo has logrado: da para una interesante tarde de conversación.
Me gusta tu propuesta de esperanza,Efectivamente,así desearía que fuera pero mi innata tendencia al determinismo me hace pensar que casi que estamos obligados a atraernos( o a vernos atraídos, más bien) dentro de un marco de incomunicación fatal en donde solo podemos tener acceso al sentimiento del » otro» a base de ligeras referencias y buena voluntad.
Una interesante tarde de conversación. Hecho.Dónde: en tu isla o en la mía 😉
Nieves tu relato me ha recordado una discoteca de juventud «Tof» en Jorge Juan, en dos alturas, con música lenta y rápida que iban alternándose y en la escalera los jóvenes íbamos a la lenta y las chicas a la rápida, nos cruzábamos y no ligábamos nada. Se te ponían los gemelos duros, solo eso ja ja ja
Un beso
La crítica sibilina, inherente al modo de expresión elegido para manifestar lo que no has dicho, me encanta. Sin embargo, cero que es un clamor al cielo de los sordos. Respecto al relato, en su evidente substancia, remarcar que adolece de precisión cronológica: ¿El huevo o la gallina? ¿La gallina o el huevo?
Amén de ello, el micro obvia la combinatoria cierta de la afectividad.
Respecto al huevo o la gallina, ya sabes, la razón de la sinrazón, que decía el ingenioso hidalgo. De todos modos, si quieres que te diga la verdad, pienso que bien podría tratarse de dos especies aisladas, de esas que Darwin descubrió cuando navegaba en el Beagle. El observó que , aunque vecinas, cada especie había evolucionado de forma independiente en función a su adaptación al medio.Ahora bien, la mutación ( jaja!) consistió en que una especie no se adaptó lo suficiente y viajó a la isla vecina, al tiempo que a la contraria le sucedió lo mismo. Tu ingeniosa propuesta me ha hecho pensar en esta tontería que no está a la altura. Pero me he divertido.
Te esperaba. Gracias.» un clamor al cielo de los sordos…..» DAniel,qué etéreo!
Hola Nieves! Me gusta mucho tu propuesta de este mes. Es ingeniosa e inteligente. Da para pensar sobre ella. Ay, hombres y mujeres no nos pondremos de acuerdo nunca ;-).Un beso grande y mucha suerte con el veredicto final, a mi me parece que tienes posibilidades de colarte en la lista de honor, ojalá sea así!
Justamente has acertado en mi propuesta, la de que no nos pondremos de acuerdo nunca. Al menos es lo que creo y he querido reflejar. Me alegro de que seas optimista ( en cuanto a colarme ! 🙂 )
Estoy segura, Ricardo, de que , con tal de evitarlo, seríamos capaces de evolucionar hacia las aletas, branquias y escamas con tal de encontrarnos por el camino, Y nos seguiríamos gustando, seguro. Jaja! qué consuelo para las que no somos como Scarlett!!
Aguda e interesante reflexión sobre la condición humana. Para contarlo te han sobrado 174 caracteres; todo un alarde de ingenio y un soplo de aire fresco. Un beso
Quizás deberían quedar todos en una tercera isla, que hiciera las veces de terreno neutral.
Felicidades por tu agudeza y capacidad de síntesis.
Suerte y abrazos
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Triste y metafórica sentencia, Nieves. ¡Ah, no! Real como la vida misma. La comedia del no entendimiento entre dos especies de humanos diferentes. Metáfora premonitoria de un mundo de viejos en extinción. Bueno, bonita sentencia.
Al menos me ha llegado este mensaje tuyo en una botella.
Sé nadar 😉
ME ENCANTA!!!!
Abrazo.
Aurora,no sé lo que aguantaríamos unos y otros. Y vuelta a empezar 🙂
Nieves, nos dices una realidad que a menudo ocurre; desmosles un voto de confianza y deseandoles lo mejor invitarl@s a cambiar de lugar. Suerte y saludos
Tienes razón, pero organizadamente, no sea que esto quede en un irreversible «perpetuum mobile» 🙂
C’est la vie! Todo un tratado sociológico de las relaciones humanas en pocas…y no cambiamos eh,jeje.
Saludos
A veces da esa impresión, la de estarse buscando eternamente, como si estuviésemos abocados a no encontrarnos de una forma profunda y real
Casi suena a matrimonio tu historia de desencuentro.
Muy buena. Un abrazo y mucha suerte.
Esto es lo que yo llamo un » lector creativo». Es cierto,estas líneas, con voluntad de alegoría, pretenden remarcar la isla que cada uno somos, aun dentro del a matrimonio, que aunque no era mi punto de partida,perfectamente encaja en su lectura.
Ah por eso era lo de los continuos desencuentros… Ahora todo encaja; jejeje. Bien pensado. Enhorabuena.
Literalmente, una atracción fatal, fruto de la más pura atracción, por otra parte, pero sin poder librarse de los malentendidos que a veces parecen ser un perpetuum mobile.Gracias, Eduardo.
No se puede decir más con menos palabras. Mínima presentación para una gran polémica. Queda la idea (esperanzadora) de que todos se movían para lograr ese posible encuentro. En fin, lo has logrado: da para una interesante tarde de conversación.
Me gusta tu propuesta de esperanza,Efectivamente,así desearía que fuera pero mi innata tendencia al determinismo me hace pensar que casi que estamos obligados a atraernos( o a vernos atraídos, más bien) dentro de un marco de incomunicación fatal en donde solo podemos tener acceso al sentimiento del » otro» a base de ligeras referencias y buena voluntad.
Una interesante tarde de conversación. Hecho.Dónde: en tu isla o en la mía 😉
Tu relato me recuerda a las vueltas que da el amor, a cualquiera de ellas; pocas palabras que evocan muchas cosas. Suerte.
Es cierto, no se puede expresar mejor: «las vueltas que da el amor». Una original lectura. Gracias,vecino de isla .
Nieves tu relato me ha recordado una discoteca de juventud «Tof» en Jorge Juan, en dos alturas, con música lenta y rápida que iban alternándose y en la escalera los jóvenes íbamos a la lenta y las chicas a la rápida, nos cruzábamos y no ligábamos nada. Se te ponían los gemelos duros, solo eso ja ja ja
Un beso
Qué bueno, jaja! Es un placer leer tus ocurrencias. No tienen desperdicio, y tu marca hace también del comentario un género.Un beso
La crítica sibilina, inherente al modo de expresión elegido para manifestar lo que no has dicho, me encanta. Sin embargo, cero que es un clamor al cielo de los sordos. Respecto al relato, en su evidente substancia, remarcar que adolece de precisión cronológica: ¿El huevo o la gallina? ¿La gallina o el huevo?
Amén de ello, el micro obvia la combinatoria cierta de la afectividad.
Respecto al huevo o la gallina, ya sabes, la razón de la sinrazón, que decía el ingenioso hidalgo. De todos modos, si quieres que te diga la verdad, pienso que bien podría tratarse de dos especies aisladas, de esas que Darwin descubrió cuando navegaba en el Beagle. El observó que , aunque vecinas, cada especie había evolucionado de forma independiente en función a su adaptación al medio.Ahora bien, la mutación ( jaja!) consistió en que una especie no se adaptó lo suficiente y viajó a la isla vecina, al tiempo que a la contraria le sucedió lo mismo. Tu ingeniosa propuesta me ha hecho pensar en esta tontería que no está a la altura. Pero me he divertido.
Te esperaba. Gracias.» un clamor al cielo de los sordos…..» DAniel,qué etéreo!
Hola Nieves! Me gusta mucho tu propuesta de este mes. Es ingeniosa e inteligente. Da para pensar sobre ella. Ay, hombres y mujeres no nos pondremos de acuerdo nunca ;-).Un beso grande y mucha suerte con el veredicto final, a mi me parece que tienes posibilidades de colarte en la lista de honor, ojalá sea así!
Justamente has acertado en mi propuesta, la de que no nos pondremos de acuerdo nunca. Al menos es lo que creo y he querido reflejar. Me alegro de que seas optimista ( en cuanto a colarme ! 🙂 )
¡Qué fatalidad! El fin de la raza humana.
¿Quedará un resquicio para encontrar la isla en la que dialogar?
Tu historia es la historia.
Bien dicho.
Estoy segura, Ricardo, de que , con tal de evitarlo, seríamos capaces de evolucionar hacia las aletas, branquias y escamas con tal de encontrarnos por el camino, Y nos seguiríamos gustando, seguro. Jaja! qué consuelo para las que no somos como Scarlett!!
Voraz persecución. Y lo que es peor ( bueno, o mejor!!!!) : eterna.Mientras tanto, disfrutemos ! Besos, Ana,
Radiografía en poquísimas palabras que resume las relaciones humanas entre diferentes sexos. XD. Mucha suerte. 🙂
Gracias,Juan Antonio.Y ya, dentro de las islas hay archipiélagos,pero esa sería otra historia interminable. un abrazo
es que somos basicos..
Pues es curioso que siendo básicos nos compliquemos tanto la vida , verdad? misterios de la simplicidad!! Gracias por pasar, Un beso
Por eso nos pasamos la vida tendiendo puentes de una isla a otra. Aunque los crucemos sin encontrarnos.
Suerte y saludos.
🙂 🙂 :), Rafa!
Aguda e interesante reflexión sobre la condición humana. Para contarlo te han sobrado 174 caracteres; todo un alarde de ingenio y un soplo de aire fresco. Un beso
Pues mira por dónde que tú y yo vivimos desde hace tiempo en la misma isla, jeje! y nos entendemos de maravilla. Otro beso
Quizás deberían quedar todos en una tercera isla, que hiciera las veces de terreno neutral.
Felicidades por tu agudeza y capacidad de síntesis.
Suerte y abrazos
Me hace pensar que tal vez estemos en estos momentos en esa tercera isla de la que hablas.Un placer tenerte por aquí, Anna!gracias.