04 – ATRACCIÓN FATAL
A Jorgito le habían hablado del mar, de los océanos, de las profundidades marinas… Pero esos temas no le interesaban en absoluto. Intentaron convencerlo para que fuese a clases de natación, sin éxito. Hasta ducharse le desagradaba: que el agua corriera por su cuerpo le provocaba mal humor.
Ahora, a Jorge le apasiona surcar los mares con su pequeño yate. Invita a sus amigos a fiestas en la cubierta, nada durante horas en el mar y practica deportes acuáticos como el surfing, el buceo… y es un apasionado del esquí acuático.
¿A qué es debido este cambio radical? –se preguntaba su madre−. Un día logra averiguarlo. Entra en su piso de soltero, en su ausencia, y curiosea. Pablo tiene revistas de ciencias marinas manoseadas y hasta una Enciclopedia del Mar totalmente subrayada, en una edición muy antigua. Es precisamente este último hallazgo el que despeja todas las dudas: su ex marido había venido con esa enciclopedia de 25 tomos, años atrás, con objeto de que su hijo aprendiese a amar el mar como él. Es marino mercante.
Finalmente, el viejo lobo de mar ha logrado su objetivo –pensó la madre, resignada.
Efectivamente, María José, el poso que dejan los padres en forma de recuerdos o enseñanzas, aunque, a veces, permanezca agazapado, en cualquier momento puede salir a la luz, o, en este caso, a flote. Muy bien relatado. Suerte.
Muchas gracias, Jesús. Desde luego, pesa mucho lo aprendido en la niñez, sea para bien o para mal. En este caso, la madre de Jorge hubiese deseado no saber que la exagerada afición de su hijo por el mar provenía de su «odiado» exmarido, pero no le quedó más remedio que resignarse…
Un fuerte abrazo.
María José
María José, me ha encantado tu magnífico relato.
Utilizar esos recuerdos que dejan nuestros familiares, en este caso un padre (y esto me recuerda mis libros preferidos, a los que estoy poniendo el ex libris de mi hijo para que en un futuro los disfrute tanto como yo y recuerde, cada vez que le digo en ese momento que pongo su sello, que en cuanto queda rubricado el libro con su nombre pasa a ser suyo para que cuando sea mayor lo disfrute tanto como lo he hecho yo), me ha parecido una idea genial.
Me gusta mucho que el tema oceánico lo hayas enfocado en esos recuerdos paternos, tras los melancólicos pensamientos maternos.
Por cierto, feliz día de las madres a las que son, normalmente, el pilar donde reposa la familia, las más queridas por todos.
Espero que tengas mucha suerte, aunque la suerte la he tenido yo por leerlo.
Un beso.
Gracias, amigo Pablo. Hoy es un día en el que el recuerdo de mi madre está más presente aún de lo que habitualmente lo está. Me vienen a la cabeza anécdotas curiosas de una mujer luchadora, con muchos hijos y muy pocos momentos para ella misma. Era muy vital y me gustaría parecerme aunque fuese un poquito a ella, precisamente por ese coraje que la caracterizaba. Yo la homenajeo en el Día de la Madre, a ella y a todas las madres, desde luego. Son el eje y el motor de la vida (lo siento por vosotros, los hombres, cuyo papel es más secundario en esta película, jejeje).
Un cariñoso abrazo.
María José
María José, precioso relato y no menos importantes vuestros comentarios. Coincido plenamente con ellos. Suerte y saludos
Querida Calamanda, hay momentos especialmente sensibles, como el que mencionaba. Lo importante es que los malos recuerdos se transformen en buenos, con el paso de los años y que, los que eran ya buenos, se intensifiquen más.
Un fuerte abrazo.
María José
Quizá sea cierto en muchas ocasiones el refrán «de tal palo tal astilla», aunque tal vez no tanto por la genética, sino más por la influencia y el ejemplo. El que un muchacho descubra un mundo porque alguien que lo conoce bien se lo ha mostrado, puede abrirle los ojos hacia su verdadera vocación. Es de imaginar que los problemas que separaron a estos padres puedan haber venido derivados del mar, de ahí la resignación materna. Pero seguro que sabrá respetarlo si comprueba que realmente es importante para su hijo.
Un abrazo y suerte, María José
Esa es la orientación que yo quería darle a mi relato, Ángel. Me gusta mucho que también lo interpretes del mismo modo.
Gracias y suerte a ti también.
Un fuerte abrazo.
Enhorabuena de nuevo María José!! Me encantan tus relatos, son fieles reflejos de la vida y situaciones q muchas veces se cumplen, en mi caso no fue así, con tal de llevarle la contraria a mí padre yo hacía cualquier cosa. Besos, Isabel
Gracias, Isabel. Está claro que cada uno de nosotros ha tenido sus propias vivencias, y, de un modo u otro, han contribuido a formar su personalidad. Me alegra saber que te gusta cómo escribo y me dá ánimos para continuar.
Besos también para ti.
María José
Muy buen relato y excelentes comentarios. La orientación de mi padre marcó mi futuro claramente, pero mi madre estuvo siempre ahí, con su fuerza luchadora…
¡Mucha suerte!
Besos
Muchas gracias, Marga, por contarnos tu propia experiencia. A algunos les marcaron más los consejos del padre y, a otros, los de la madre. Cada caso es, sin duda, especial.
Un fuerte abrazo.
Hola, María José.
Nos creemos que no nos escuchan, pensamos que no nos hacen caso y hasta comentamos que siempre nos llevan la contaria porque sí…
Pero, de todo lo que les decimos, queda un poso muy leve, casi inapreciable para nosotros los padres, pero ahí está.
Un abrazo y suertísima.
Muchas gracias, Towanda. ¡Claro que perciben los hijos las enseñanzas de los padres y las tienen en cuenta, aunque refunfuñen y protesten! Es ley de vida…
Un fuerte abrazo.
Hola MªJosé, me alegra encontrarte por aquí. Yo soy novato.
Me gusta tu micro, está claro que el que la sigue la consigue, en ocasiones cuando más forzamos a los hijos a hacer una cosa , más oposición ponen, pero muchas veces, como narras tú, al dejarles hacer , ellos solos se convencen de lo que es bueno para ellos.
Un abrazo y mucha suerte.
Hola, Javier, a mí también me alegra verte por aquí.
Todos sabemos que cuando nos quieren obligar a hacer algo, por nuestra propia naturaleza, tendemos a sublevarnos, de algún modo. Pero todos tenemos momentos de pararnos y reflexionar, a cualquier edad, y eso nos permite apreciar el valor de las cosas y de los consejos recibidos.
Un fuerte abrazo.
¡Qué importante es lo que transmitimos a los hijos! Al menos algo hizo bien el viejo lobo de mar… Por mucho que le pese a la madre.
Me ha gustado esta Atracción fatal, Mª José, donde queda sobreentendida la vida que ha llevado Jorgito debido a la relación de sus padres y su evolución con respecto al agua.
Suerte.
Muchas gracias, Malu. Efectivamente, he querido dejar ver que Jorgito era un niño que sufría, por el matrimonio roto de sus padres, y que su madre, de algún modo, intentaba alejar la huella del padre en él. Quizás lo logró siendo el niño muy pequeño pero, al crecer, la situación cambió totalmente.
Besos.
Las enseñanzas y consejos de los padres allanan y encauzan nuestro camino, seguirlos o no ya depende de nuestra libertad individual. Buen relato, María José. Abrazos.
Muchas gracias, Salvador, por dejar tu comentario. Desde luego, los hermanos, hijos de los mismos padres y con la misma educación recibida, son distintos… La personalidad individual siempre se impondrá. Es ley de vida.
Un fuerte abrazo.
¡Qué interesante!, María José. Aprecio mucho como escribes y quiero felicitarte por tan emocionante relato, marcado por el poder de la sencillez, la riqueza literaria y el giro final. Enhorabuena por las figuraciones que estás logrando en otros eventos narrativos y poéticos. Me alegro por ti.
Querido Óscar, no sabes la ilusión que me hace que me sigas, en mis humildes pinitos literarios. Yo también aprecio mucho tu obra, y ya te he hecho llegar mi opinión, en otras ocasiones, como habrás visto. Seguiré leyéndote y disfrutando de tu buen hacer.
Te deseo, de corazón, la mejor de las suertes.
Un fuerte abrazo.
Buenas noches, María José.
Espero que al recibo de estas letras te encuentres divina.
Yo bien gracias a Dios.
Acostumbrado a tu vertiente poética, descubro con agrado que la prosa tampoco tiene secretos para tí.
Tu relato tiene aún más fuerza por lo que esconde en la fosa abisal, que por lo que vemos en superficie.
Y eso es lo que logra darle grandeza.
7. Notable.
Gracias, Modes, por la alta nota que me otorgas. Yo, simplemente, me divierto jugando con las palabras, al igual que haces tú y cualquier escritor o aficionado (como es mi caso); si, en alguna ocasión, sale algo bonito, yo misma me sorprendo, jajaja.
Un fuerte abrazo.
Hola María José. Con tu historia nos recuerdas que las enseñanzas nunca caerán en saco roto. Lo que me da pie a seguir haciendo lo propio con mis vástagos. Labor ímproba que, si tiene su fruto, acaba recompensada con creces.
Me gustó.
Suerte y un saludo,
Ton.
Gracias, Ton. Me alegra saber que te he imprimido más ánimo, a la hora de afrontar las dificultades en la educación de tus hijos. A veces, los frutos positivos tardan en aparecer, pero, finalmente, llegan…
Un abrazo y suerte a ti, también.
María José como comentabas nuestros textos tienen el mismo título, aunque mi micro es más trágico. Pero en los dos están presentes la difícil relación entre padres e hijos.
Enhorabuena por saber plasmar el poso que lo padres dejamos en los hijos, aunque sea casi imperceptible para nosotras.
Un beso. Gloria
Gracias, Gloria, por pasarte por aquí.
Besos.
María José
Hola, María José, al final el padre se salió con la suya, aunque por la última frase intuyo que a la madre no le hace mucha gracia. Quizás un marino mercante pase demasiado tiempo lejos de su hogar y por eso ya no estén juntos. O simplemente que la madre no conecta de igual forma con el mar…
Me ha gustado leer tu relato.
Un abrazo.
Muy agradecida con tu visita, Inés. Efectivamente, la esposa ya no siente más que rencor hacia su marido y le duele que su hijo siga los mismos pasos…
Un fuerte abrazo.