49. Atracción fatal
La inmensidad azul me atraía de una manera irracional.
Tal vez buscaba regresar a mis orígenes o quizás una manera de acabar con todo.
Impelida por un deseo incontenible me sumergí en el océano, que aquella mañana lucía bravío y poderoso.
Dejé atrás las ropas que me cubrían en mi afán por regresar al gran útero que una vez fue la morada de la humanidad.
Mientras, en casa, había dejado una corta misiva en la mesilla en la que explicaba el motivo de mi huida hacia adelante:
«Amadísimos hijos:
Sé que no podría afrontar la pérdida de mi libertad, a pesar que que me reconozco culpable del delito atroz del que me acusan.
Jamás debería haber quitado una vida, a pesar del maltrato recibido, por eso ofrezco al mar, a mi océano infinito, lo único que me queda, mi persona.
Algunos os dirán que es un acto cobarde, sin embargo para mí es la única manera de ofrecer justicia.
Sólo me queda deciros que lamento muchísimo el daño causado, sobre todo a vosotros, mis hijos, por haberos dejado huérfanos.
Espero que algún día seáis capaces de perdonarme y entender mis razones para cometer esa atrocidad.
Os quiere infinitamente, vuestra madre».
De existir una violencia justificable sería la que se ejerce en legítima defensa, Aún así, es lógico que a esta mujer le acompañe un cierto remordimiento, que piense que debe pagar un tributo por su osadía, regresar al mar para que se cierre el círculo de su existencia, así como despedirse de sus hijos. Ella misma habla de «atrocidad», al tiempo de «la única manera de ofrecer justicia», dos realidades contrapuestas que, sin embargo, conviven a la vez.
Un abrazo, Gloria, suerte y recuerdos al fiera
Muchas gracias Ángel por tus comentarios.
La verdad es una historia atroz pero quizás fue su única escapada.
Siento no haber podido charlar más contigo en Zaragoza pero cada vez somos más y todos queremos conocer a los demás.
Espero que continúen tus éxitos y que coincidamod pronto de nuevo.
Gloria, me ha llamado la atención tu micro por titularse igual que el mío, aunque los dos son muy diferentes. Tu «atracción fatal» es mucho más dura que la mía, sobrecoge. Quizás se parezcan en que el papel de la madre es significativo en ambos relatos. Te doy mi enhorabuena sincera.
Un saludo y suerte.
Muchas gracias María José por tus palabras. Ahora Leo el tuyo. Besos. Gloria.
Hola, Gloria.
La razón para hacer lo que hizo esta madre debía de ser muy fuerte porque dejar solos a unos hijos… es tremendo.
Desgarrador, Gloria.
Un beso grandísimo y abrazos para tu peque.
Suertísima!
Muchas gracias Towands por tus palabras. Un abrazo. Gloria
Gloria, con tu narrativa fluida y ese ritmo, la lectura del relato se hace cómoda y natural. Suerte y saludos
Muchas gracias Calamanda por leer y comentar. Un abrazo. Besos. Gloria
Hola Gloria.
Durísima historia la que nos cuentas, cargada de dolor, y con una decisión drástica y trascendental tomada por tu personaje. Una madre ha de sentirse muy desesperada para ejercer justicia sobre sí misma, a sabiendas de que sus hijos quedan desamparados.
Crudo relato, contado de forma excelente.
Suerte Gloria,
Ton.
Muchas gracias Ton por tus bellos comentarios. La soledad y desesperación de esta mujer era inmensa, ya que no se trataba de la primera vez.
Con su decisión rompia con todo y aunque sabía que les haría daño a sus hijos así les evitaria una vida llena de dolor, maltrato, humillación….
Tremendo relato, donde la única salida que ve es ofrecerse al mar desnuda, para limpiar su culpa. Un arrebato de ira le hizo cometer un crimen, aunque ella era cada día una víctima.
Una carta que sobrecoge y una historia que bien podría ser cierta.
Nos has hecho ser participes de esa huida y de su atracción fatal.
Genial Rosa.
Un beso grande.
Muchas gracias por tus palabras María Belén. Sí, aunque es ficción puede haber sido o llegar a ser perfectamente real.
Un abrazo muy fuerte y a ver si volvemos a encontrarnos pronto.
Gloria
Durísimo relato que nos adentra en el infame problema del maltrato que afecta y destruye vidas. El océano, en su inmensidad, acogerá a la protagonista sin juzgarla. Me ha gustado mucho, Gloria. Abrazos y mucha suerte.
Tienes razón, Salvador. Es una historia trágica, reflejo de los malos tratos que tantas mujeres han sufrido. Pero en este caso ella, cansada de aguantar, decide tomar la Justicia por su mano, y acabar con su maltratador y consigo misma aunque ello signifique dejar atrás a lo que más ama, sus hijos.
Un saludo afectuoso. Gloria
Gloria conociéndote y sabiéndote tan dulce me cuesta poner en tu voz este relato tan duro.
Creo que está muy bien escrito porque conecta perfectamente con el lector y transmite la angustia que siente la protagonista para tomar una decisión tan difícil.
Enhorabuena.
Besos grandes.
Gracias Asunción. Sí, pues aunque parezca mentira es mío. No sé porque me salen textos tan tremendos. Quizás es una manera de denuncia del maltrato, algo que por desgracia pude ver de cerca en mi familia.
Al escribirlo intentaba transmitir la angustia, desazón y tristeza de la protagonista, y parece ser que lo he conseguido. Bien. Recibe miles de besos míos y de Adrián.
Querida Gloria, me dejas el corazón encogido… Entiendo que esta madre regresa al mar después de haber matado al maltratador padre de sus hijos. Y que al sentir que no podrá vivir en la cárcel, decide dejar de vivir lanzándose al océano.
Dura historia, perfectamente contada que no deja indiferente.
Enhorabuena, te mando un beso fuerte y mucha suerte.
Malu.
Muchas gracias Malu. Has comprendido perfectamente lo que trataba de transmitir. Es una historia tremenda pero que podía perfectamente ser real.
Un beso muy fuerte. Gloria
Ojalá el océano se tragara a todos los que causan tanto dolor.
Un beso, Gloria.
Sí, Carles. Todos los que causan tanto dolor deberían desaparecer. Gracias por tus comentarios. Un beso. Gloria