265. ELUARDO, de Moral
Eluardo lo dijo sin recordar que tenía poderes. Duende insensato. ¡Nunca se lo perdonaría! —Papi, quiero una luciérnaga nueva. —Cuando el sol haga florecer los... Read More
264. SENTENCIADO, de Musgo 2
El frío me despierta. Me quito la venda de los ojos. Estoy desnudo. Es de noche. No. No lo es; pero la densidad del bosque... Read More
263. EL TRENTI ENREDADOR, de Tudancas
El duende más conocido de Cantabria es el Trenti. Y hace su vida en los bosques. Su ocupación favorita son las travesuras, que pone en... Read More
262. MI PERRO LUCAS, de Helecho 2
Cuando mi perro Lucas se internó en aquella arboleda sombría de senderos de barro colorado, temí en gran manera. Miraba como sus huellas se perdían... Read More
260. FLORECER EN OCTUBRE, de Arroyo
Cuando lo recibió al fin, la avalancha de sensaciones se fundió con olores húmedos de tierra y raíces. Se habían perdido juntos por esos caminos... Read More
259. EL DESPERTAR, de Buho
Sueños que se dispersan al amanecer. En el cielo, bosteza la anaranjada boca que despierta los sonidos del bosque. Cae el rocío con la tranquilidad... Read More
258. BOSQUE, de Amanita Muscaria
Terminábamos de llegar a una casita de madera que me resultaba familiar, en mitad del bosque, todo alrededor era espectacular, se respiraba aire puro, podía... Read More
257. HAY QUE DARSE PRISA, de Raíces
Primeras gotas de lluvia sobre las hojas secas del camino. Hay que darse prisa y salir del bosque. No tardarán en colmarse las hojas de... Read More
256. SANGRE DE LOS ÁRBOLES, de Ascomiceto
Tras el forcejeo, el hacha quedó a un lado. La dríade le miró fijamente a los ojos y le besó apasionadamente. Se separó de él... Read More
255. ZONA BOSCOSA, de Ciervo del Bosque
La brisa del amanecer me trae, desde la profundidad del valle donde termina el camino de tierra, los ladridos de los perros. Por una parte... Read More