84.La pérdida (montesinadas)
Esa misma tarde dejó de comer. Los días siguientes se le empezó a caer el pelo y apenas si se movía. Apoltronado durante horas en... Leer más
83. No hay Retiro (montesinadas)
Volcada sobre la espalda del barquillero muerto se escucha la persistente carraca de su ruleta. La manecilla gira más rápido si le impacta la bala... Leer más
70. El Chivato. (Montesinadas)
En la oscuridad plena confías primero en tus oídos. En mi caso, sobre todo en el izquierdo, el derecho me lo han reventado de un... Leer más
49. Composición interminable (Montesinadas)
Cada mañana, la nueva vecina, la pianista, cuelga del tendedero hojas mojadas de papel pautado que rezuman pentagramas y partituras llenas de nostalgia. Los acordes... Leer más
71.Corte y confección (Montesinadas)
Hacía tiempo que se miraban cada día al atardecer, aunque sólo unos minutos. El patio interior era muy estrecho y apenas dejaba pasar la luz,... Leer más
98. Intentos de ser un hombrecito (Montesinadas)
La primera vez que escuché aquella frase me costó mucho entender lo que quería decir, pero con la bofetada que vino a continuación me quedó... Leer más
62. Hasta que la muerte nos separe (Montesinadas)
Cuando nos besamos ante el cura y los invitados, nos comprometimos, y era nuestro deseo, amarnos toda la vida. Un sueño que, con el paso... Leer más
41. Madame Dubois. Un ser mágico en el segundo izquierda (Montesinadas)
El despertador da las instrucciones: abrir los ojos, aunque los dos llevan un buen rato desvelados. Girarse ambos para adoptar la postura de la cucharita,... Leer más
102. Mal de ojo. (montesinadas)
Yo no estoy loco, solo tengo mala suerte, y aunque así fuera, ¿quién no lleva alguna locura dentro? También puedo definirme como osado, aventurero y... Leer más
118. Que te den Galileo (Montesinadas)
La cena fría, tirada con desgana sobre la mesa sucia, como ayer, y antes de ayer. No se atrevió a tocar nada. El galope de... Leer más