25. BABEL II (Serendipia)
Fue todo un escándalo. A mi compañero de gabinete le acusaron de expolio ¡Y la denuncia la había interpuesto el gobierno belga! Angustiado repetía que la pieza de artillería de ocho libras había aparecido en las obras de construcción de una piscina en la casa de sus padres.
Nadie le creyó, aunque yo sabía que era cierto.
Cándido fue contratado hace tres meses en el Centro después de un apasionante año de investigación para una novísima universidad castellana. Pudo disfrutar en profundidad de los “Archives Nationales” en Fonteneblau, del “Musée National Napoleónico” en Château Malmaison o del pequeño “Musée Wellington” en Waterloo.
Cordial e infatigable, en el día a día era minucioso en la búsqueda y exquisito en el tratamiento del dato. Siempre encontraba el documento preciso. Parecía un hombre en continuo estado de gracia.
Pero había algo más.
En muchas ocasiones pude observar como aparecían entre sus dedos, sin control y de la nada, pliegos y legajos. Y que mientras el miraba su cuaderno de notas las referencias emergían solas en el papel de forma inexplicable.
Hoy, antes de dejarnos, Cándido Martínez corregía sus datos: los cañones que mandaba el Teniente General Thomas Picton eran 92 y no 91.
Manuel, dejas patente con acierto la perfeccion llevada a la máxima escala, de este personaje. Suerte y saludos
Muy divertido y narrado de maravilla, Manuel. Un abrazo.
Qué no daría cualquier arqueólogo por tener ese don y esa maestría. Muy original tu micro, Manuel. Un beso. Gloria
Hola, Manuel, muy ingenioso y bien ligada la onsigna del mes. Suerte.
Una manera muy original de abordar la consigna y una puesta en escena perfecta con un estupendo redactado. Mucha suerte 🙂