45. BENIDORM
Estaba Federico de vacaciones con su familia. Tres años ahorrando y sin vacaciones para poder estrenar, por fin, su Seat 600.
Este año podrían veranear en la playa más famosa de España. Tenía hasta Festival propio, incluso actuó Julio Iglesias y ganó.
Llevaban tres días en el hotel cuando recibieron un telegrama de Madrid, de Purita, su cuñada, en la que indicaba que habían recibido un aviso de Correos para recoger carta certificada de Hacienda. Purita no tenía autorización para recogerla. No podía ser nada bueno. Era la primera vez que les escribía Hacienda.
Los miedos, demonios y diablos invadieron su cabeza y miles de pensamientos rumiantes ahogaron su existencia el resto de los días.
No pudo pensar en otra cosa. Amargó a su familia todas las vacaciones. Además, no les había dicho que había pedido dinero prestado a su cuñada Purita a espaldas de su esposa. Un problema más. Pensar, además, en la carta de Hacienda le aterrorizaba.
Doce días después, cuando llegaron a Madrid fue a recoger a Hacienda la notificación, tembloroso y aterrorizado consiguió leer algo así como que le habian hecho una paralela y le salía a devolver.

