81. BODA A CIEGAS
Confía en mí, he peinado a muchas novias y estoy acostumbrada a estos nervios de última hora. Es normal, ya verás como cuando llegue el momento se te pasan. Cierra los ojos y piensa que estás cumpliendo la voluntad de tus padres.
Cuando termine de arreglarte parecerás una mujer y le gustarás en cuanto te conozca. Esta noche recuerda que es mejor no enfurecerle y dejarte hacer desde el principio.
Y, si no sale bien, siempre puedes volver mañana. Ni te imaginas lo que es capaz de ocultar un buen maquillaje en la cara de una niña asustada.
Asun! Sobre la campana llega tu relato, un gancho de derecha directo al plexo solar que te deja noqueado…
Bienvenida al último asalto!
Besitos, guapa
Qué terrible y qué bien lo cuentas. Pena que no termine de una vez esta aberración. Suerte.
Besicos muchos.
Nadie duda de que esa peluquera es una gran profesional, capaz de disimular el miedo y la congoja más terribles en el rostro de una niña, obligada a dejar de serlo. Tampoco duda nadie que, por mucho que la compongan por fuera, su interior seguirá igual de aterrorizado.
Un relato que deja a las claras que, bajo una tradición y las buenas intenciones, a priori, de unos padres, se puede ocultar un verdadero drama.
Un abrazo, Asun. Suerte