63. BOICOT
Si alguien se hubiera decidido a abandonar la mesa, acercarse y felicitarle también el año, enseguida habría notado algo extraño en su cara. Y habría sabido, casi seguro, interpretar al momento ese parpadeo repentino y acelerado de sus ojos, ese boqueo de pez sin agua, de labios sin aire. Habría captado, sin duda, el brusco cambio de actitud corporal del adolescente impasible, de nariz desproporcionada y flequillo demasiado largo, siempre adherido al sofá. Quizá entonces, un golpe seco a tiempo entre los omoplatos, una sacudida de hombros, un grito desmesurado, una brusca compresión en el abdomen habría bastado para rescatarlo de esa vereda sombría y sin retorno, recién emprendida al llegar la duodécima campanada. Y probablemente, después de ese día, en esa casa continuarían consumiéndose las uvas, como postre durante todo el invierno y como rito de la buena suerte en noche vieja.
Parece que el adolescente se nos queda demasiado apartado por varias causas y los demás como en muchas ocasiones preferimos mirar para otro lado.
Un abrazo Miguel y suerte y enhorabuena por ese librazo recién publicado que conseguiremos en breve.
¡Cómo me gustan los relatos en los que el título les da vida y sentido, y sin él no hay por dónde cogerlos! De maestro, Miguelángel.
Abrazos.
¡Qué solo se quedo ese chico!
Buen relato.
Felicidades y un abrazo fuerte.
Aquí lo dejas muy clarito. En doce segundos lo hemos perdido para siempre.
Magnífico relato.
Suerte.
Lástima que no hubiera esa felicitación.
Lo que se han perdido.
Y lo poquito que cuesta un achuchón a tiempo.
Saludos con sabor a uvas navideñas.
El texto muestra a las claras que el BOICOT no era precisamente unilateral. Ese título le da una lectura tremenda al relato; es magnífico, realmente.
Felicitaciones, MIGUELÁNGEL, me gustó muchísimo.
Cariños,
Mariángeles
Lo que pudo ser y no fue, así es cómo nos cuentas lo que es. Como siempre, magistral. Un beso.
MANUEL, RAFA, MARIA, TON, VIRTUDES, MARIÁNGELES, EVA, GRACIAS por comentar después de leer. Me hago cargo del tiempo que supone, y del que todos casi carecemos. Además, con esas palabras. Siempre lo digo, eso es ganar, cuando lo que escribes llega, ese es el verdadero premio para mí en esta casa.
Abrazos y abrazos
Cuántas veces nos arrepentimos de nuestros actos o de nuestros NO actos!!! Pero la vida es lo que tiene, o mejor NO tiene: vuelta a tras.
Un abrazoooo, Miguelángel
FELICES UVAS PARA Ti!!!
Miguelángel, bien contada esta historia que no parece tener marcha atrás. Suerte y felices fiesztas
Gracias, Amparo, Calamanda.
Buenas fiestas también para vosotras, compis.
Con que sencillez nos has contado una gran historia familiar. Cada palabra se ve medida y por ello el resultado es grande. Creo que has conseguido que este año estemos todos atentos a los adolescentes del flequillo que habitan en nuestras casas.
Un abrazo Miguel Angel.
Gracias, M. Belen, Ana por comentar.
Y Bones Festes!
Joder, qué título, qué titulo, joder. Maestro, el título es la clave, el sillar, la piedra angular de este relato que en tan breve extensión desconcierta al inicio, nos despista acercándose a su conclusión y remata dándole todo el sentido a un título que nos había pasado desapercibido, proyectando a su vez una nueva luz al comienzo.
También yo, como tu adolescente (¡qué retrato en pocas frases!), me he quedado sin aire: se me ha atragantado un micro…, qué ironía.
Felices fiestas, Miguelangel.
Gracias, Eduardo, eres el segundo que destaca lo del título. Y me gusta. Realmente, me pienso mucho lo del título, y a veces uno da de lleno, como en este caso.
Muchísimas gracias por comentar después de leer. Un abrazo y Bones Festes, compañero!
Boicot. Todos tan pendientes de la celebración y algarabía que no se dan cuenta de dónde está el único lugar a mirar.
Quizás este adolescente estuviera sentado en la mesa boicoteando la celebración, por eso nadie le presta atención.
Porque, ¿qué razón hay para que no le hayan felicitado el año a él también? ¿Habría él aceptado los besos, abrazos y mimos?
Seguramente no.
Me dejas así, cavilando, tratando de entender qué pudo pasar.
No obstante, Felices Fiestas y besos, también para tu adolescente.
Está claro, Isabel, que todos pasamos una época lacia, donde los mayores son unos carcas y los niños unos enanos. Yo creo a este le ha pillado en esa etapa.
Gracias. Y Feliz Año.
Un relato con compartimento secreto que se abre con la llave del título. Qué decirte, amigo. Creces y creces y ya solo queda disfrutarte y disfrutarte. Mucha suerte 🙂
Sí, lo dicho: el secreto está en el título.
Creciendo tú, amigo, que estás que te sales, y yo que me entro de alegría de verte.
Un abrazo más grande que tú.
Tu relato me ha gustado mucho Miguelángel, tiene esa sensibilidad tuya que trasciende. Nos explicas una historia, pero nos transmites mucho más: la soledad de ese chico adolescente que ya no le hace gracia a nadie porque ya dejó de ser aquel niño guapetón al que todos alborotaban el pelo y pellizcaban los mofletes. Es una pena que esas actitudes y la falta de comunicación desemboquen en tragedias por nadie percibidas.
Suerte y Feliç 2015
Sí, es un poco en el lugar donde se instala él mismo. Como le digo a Isabel, es la época esa tonta de incomunicación total, a no ser con los amigos. Y no siempre.
Gracias, Anna. Y que tinguis un Bon Any, companya.