24. BONJOUR, MON GÉNÉRAL (JM Sánchez)
Ya no escucha el general más que la desbandada de sus tropas; no ve más que el pillaje de los pueblos que dejan atrás; no huele sino la pólvora mojada de su exánime artillería; se palpa la casaca impoluta y nota que ni siquiera está manchada de sangre. Su boca le trae el amargo despertar de un sueño desmoronado.
—Bonjour, mon général —le dice una voz desconocida con acento extranjero, y es entonces cuando piensa que no habría debido dejarse llamar majesté.
Su convicción le impide aceptar que aquella alianza vencedora vaya a traerle al continente nada mejor que su imperio, pero su razón lo lleva a reconocer la derrota en buena lid.
—¿Cree que ha sido por una causa justa —acaba dirigiéndose a su carcelero— o me equivoqué pensando que la razón estaba de mi lado? ¿Acaso los que vengan van a ser mejores que yo?
No recibe respuesta alguna y, como sus callados cañones, se repliega y se deja arrastrar al exilio.
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Hola, JM.
Yo me hago también la pregunta que se hizo Napoleón: «¿Acaso los que vengan van a ser mejores que yo?». Me gusta el tono de esa conversación con el carcelero cuando él mismo se cuestiona si hizo, o no, lo correcto.
Buen micro, amigo.
Un abrazo.
En el caso de España, lo que vino tras José I no fue muy bueno.
Un saludo
JM
Efectivamente, JM, en ese caso concreto fue nefasto.
En la guerra, la razón no está en ninguno de los bandos y, casi nunca, los vencedores hacen algo diferente a lo que han hecho los vencidos. Muy buen micro, con esas preguntas que hace el protagonista, para reflexionar.
Saludos JM.
Sin duda la guerra es la sinrazón, como lo fue también la persecución de todo lo francés para imponer una restauración feudal y patriotera.
Un saludo
JM
Impecable relato, JM, muy en acorde con el tema en homenaje a Waterloo. Título más que acertado y me ha encantado la última frase.
Te veo en el pódium!
À bientôt, mon ami.
Muchas gracias por tus palabras. Un afrancesado y una francesa siempre tendrán ese punto de entendimiento sobre los «hechos napoleónicos».
À bientôt, chère amie.
JM
En los cañones solía grabarse la frase «Ultima Ratio Regis». Y después de perder esa ultima ratio con suerte queda la cárcel y el exilio como magistralmente, habitual en tí, cuentas. De esta derrota se alegraron los pobres soldados franceses, perdedores en Bailén, olvidados por Napoleón en la isla de Cabrera. Una auténtica tragedia en lo que se llamó un campo de exterminio precedente de Auschwitz.
Sin duda, las sombras tras la guerra son tantas como las luces antes de la batalla. La historia del anónimo se ha olvidado, y permanece la vida del héroe universal porque esos cañones eran la última razón.
Gracias por leerme, Jesús.
Un saludo
JM
Muy interesantes tus reflexiones. Como dices durante y tras las guerras no queda nada bueno, solo el esfuerzo de la gente por sobrevivir y levantar sus países arrasados. Opino como mis compañeros. Te veremos en lo alto este mes. Enhorabuena Juan Manuel. Un abrazo. Gloria
Vaya, qué emoción. Ojalá sea así, y si no, pues otra vez, y que nos leamos siempre.
Un saludo, Gloria.
JM
Pobre Napoleón!, Se creyó el rey del mundo, y terminó reinando el exilio.
El intercambio de opiniónes con el carcelero, muy logrado.
Mucha suerte
Los delirios de grandeza generan despertares dolorosos.
Un saludo
JM
Juan Manuel, nos dejas un campo de preguntas, abierto a nuestras respuestas. La guerra las genera y tu lo cuentas muy bien. Suerte y saludos
Ay, las guerras. Y pensar que así se escribe la historia..
Un saludo
JM
La caída de un gigante, que has narrado con gran elegancia e impacto. Buenísimo.
Me alegro de que te haya llegado así, con potencia.
Un saludo
JM
Era difícil que recibiese respuesta, creo que ni la esperaba. El general rumiaba todo un sin fin de dudas que le acompañarían a la tumba. Qué bien que has plasmado esos momentos de zozobra que debió vivir tras su derrota, desterrado… Si que pinta bien tu relato Juan Manuel ¡Mucha suerte!
La caída de los poderosos me gusta, sobre todo porque no trato de despellejarlos sino de mostrarlos humanos.
Gracias por pasarte. Un saludo
JM
Gran relato. Preguntas sin respuesta, grandeza venida a la nada, guerra sin sentido y final, como no podía ser de otro modo, de destierro y fracaso. un gusto leerte.
un abrazo.
Vaya, y un gusto leer tus palabras. Me alegro de que te guste.
un saludo
JM
Pues sí de acuerdo con lo dicho por los entecianos; relatos con un poco de filosofía como este se echan de menos. Suerte, maestro.
Muchas gracias a ti, artista. La reflexión del derrotado es siempre más sincera que la del vencedor.
Un saludo
JM
Me gusta mucho el relato porque con los cañones de por medio nos has llevado lejos de sus ruidos y estruendos y nos dejas acceder esa callejón si honor que sucede a todas las guerras (sobre todo para el perdedor). Me gusta también la idea que barajas y sobre la que haces reflexionar. Mucha suerte 🙂
Muchas gracias a ti por la lectura fina y reflexiva, como sueles hacer.
Un saludo
JM
Relato reflexivo más para el lector que para el protagonista. A mí me enseñaron la Historia equivocada, la de los grandes genocidas como héroes. Al pueblo siempre nos roban las gallinas. Suerte a fin de mes.
Esperemos que paguen estos ladronzuelos, maestro.
Un saludo
JM
Buen relato. Las cavilaciones de un general.
Abrazos y mucha suerte.
Gracias, María. Algo así debió de pensar… tal vez.
Un saludo
JM