BOY5. SUPERVIVENCIA, de Susana Revuelta
¡Fuera! ¡Parásito! ¡Fueeeraaa!
Y así a picotazos la cría de cuco es expulsada por su hasta entonces mamá, furiosa al sorprender a aquel bulto de plumas empujando al resto de huevos fuera del nido.
Magullado por la caída y herido en su orgullo, el polluelo avanza a saltitos entre la hojarasca. No encuentra lombrices, pero enseguida choca con una bolita blanca, se la traga y empieza a sentirse mejor. Descubre otra, y otra más allá, así hasta llegar a un claro del bosque, donde escucha unas voces infantiles que no le infunden ningún temor. Se acerca confiado y ve a una niñita bostezando, aburrida de cortar flores para adornar sus trenzas rubias.
—¿Queda algo de pan, Jamsel? —pregunta a su hermano, que anda muy concentrado afilando una rama con su navaja nueva.
Es de noche y hace fresquito, pero ninguno de los dos tiene prisa por volver a casa, no sea que a su madrastra se le ocurra alguna tarea. El niño ensarta una goma a su talla y contempla satisfecho el montón de ramitas apiladas a sus pies.
—Haremos una hoguera y saldré a cazar con mi tirachinas, no te preocupes. He oído unos trinos muy cerca de aquí.
Precioso.