Esclava de la tierra hace una promesa de vida, pero el destino y la muerte no entiende de juramentos. Directo a la piel, erizando nuestra mente de emoción. Enhorabuena, María Jesús, y mucha suerte con este impactante micro. Abrazos.
¡Que se acaben las minas antipersonales, María Jesús! En Europa, en África y hoy en Colombia. Excelente denuncia y excelente relato. No te hicieron falta más palabras para describir el horror de la esclavitud y el horror de esas infames armas. Un gran abrazo desde nuestra doliente patria.
Bueno, ya no sé si fue hacia la mina, buscándola. Tal vez de otro modo, el hijo no hubiera podido salir de ese futuro tan esperado que ella no quería para él. Sin vida no hay bueyes, ni para uno ni para otro.
En fin.
Un abrazo Mª Jesús.
Como te comento en el mío María Jesús, lo leí antes, supongo que lo habremos leído todos, es tan corto. Lo que pasa es que a mí me gustaría saber algo más para hacer algún comentario. Minas antipersonas, ¿dónde?, ¿cuándo?, justo cuando está pensando en el porvenir de lo que lleva en sus entrañas, la pisa. ¿Quieres recordarnos que existen millones extendidas por el mundo? Y lo que es peor, que siempre alcanzan a los mismos. En la guerra y en la paz. Siempre los más desgraciados. Todos los adjetivos que he leído por ahí, le cuadran: impactante, impecable, triste, fuerte, bueno, premonitorio, tremendo…
En fin, María Jesús, un abrazo y suerte.
Impactante, duro, conciso y genial.
Un breve que da escalofrío en la frase final. Explosión en las entrañas, libertad vetada por una mina extraviada.
Fantástico María Jesús.
Un beso grande.
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Tremendo…
Gracias, Vicente
Breve, premonitorio e implacable.
Un abrazo y suerte, María Jesús
Todo truncado por el remanente de una sinrazón en la que no tenían arte ni parte. Terrible. Enhorabuena. Suerte y saludos.
Conciso, duro, con el toque Briones encendiendo la mecha de la historia…
Un abrazo María Jesús.
Qué bueno, María Jesús. No hacen falta más palabras. Saludos.
Qué fuerte, qué bueno, al mismo tiempo.
Un abrazo
Ostri, María Jesús, qué escalofrío me has hecho sentir.
Felicidades por narrar un mundo horrible en poquitantas palabras.
Un abrazo enormísimo.
Esclava de la tierra hace una promesa de vida, pero el destino y la muerte no entiende de juramentos. Directo a la piel, erizando nuestra mente de emoción. Enhorabuena, María Jesús, y mucha suerte con este impactante micro. Abrazos.
Terminé de leer y me morí con ellos…
Un micro que, definitivamente, es una mina.
Felicitaciones, MARÍA JESÚS.
Cariños,
Mariángeles
¡Que se acaben las minas antipersonales, María Jesús! En Europa, en África y hoy en Colombia. Excelente denuncia y excelente relato. No te hicieron falta más palabras para describir el horror de la esclavitud y el horror de esas infames armas. Un gran abrazo desde nuestra doliente patria.
Bueno, ya no sé si fue hacia la mina, buscándola. Tal vez de otro modo, el hijo no hubiera podido salir de ese futuro tan esperado que ella no quería para él. Sin vida no hay bueyes, ni para uno ni para otro.
En fin.
Un abrazo Mª Jesús.
Como te comento en el mío María Jesús, lo leí antes, supongo que lo habremos leído todos, es tan corto. Lo que pasa es que a mí me gustaría saber algo más para hacer algún comentario. Minas antipersonas, ¿dónde?, ¿cuándo?, justo cuando está pensando en el porvenir de lo que lleva en sus entrañas, la pisa. ¿Quieres recordarnos que existen millones extendidas por el mundo? Y lo que es peor, que siempre alcanzan a los mismos. En la guerra y en la paz. Siempre los más desgraciados. Todos los adjetivos que he leído por ahí, le cuadran: impactante, impecable, triste, fuerte, bueno, premonitorio, tremendo…
En fin, María Jesús, un abrazo y suerte.
Impactante, duro, conciso y genial.
Un breve que da escalofrío en la frase final. Explosión en las entrañas, libertad vetada por una mina extraviada.
Fantástico María Jesús.
Un beso grande.
Qué bueno, brevedad y dureza, tal cual es para muchos la vida.
Un abrazote enredado en suerte.
Brutal. Felicidades, María Jesús. Un beso.
Dos vidas rotas, no se puede contar o sugerir más con tan poco.
Mi admiración porque creo que eres la maestra de lo breve.
Un abrazo
Muy escueto y duro, María Jesús. Suerte y felicidades.
Besicos muchos.
¡Estupendo maría Jesús! Las palabras justas, para contar esta dura pero buena historia. Suerte.
Saludos.