7. Buscando ayuda
Solo esperar la salida le animaba para continuar acudiendo puntualmente a cada cita.
No le apetecía nada seguir confesando sus frustraciones. Pero eso era lo que se esperaba de ella.
Cada vez le costaba más hacerlo, abrir su alma para que otra persona entrara en ella a revolver en sus contradicciones.
Y cuando lo hacía se sentía todavía peor. Entonces tenía que confesar los porqués de las cosas, de cada una de sus actuaciones, aunque veces no lo sabía…
Esto le causaba todavía más desazón, le dejaba desarmada, y era entonces cuando en un momento en el que sentía deshinibida le decía a su psiquiatra, señor doctor no se preocupe que «en alta vida espero, que muero porque no muero».
Para algunas personas supone un auténtico calvario sacar todo aquello que llevan dentro. Supongo que la ayuda profesional puede ser un recurso válido, aunque lo mejor es ir superando pequeños retos para evitar que cronifique. Pienso que escribir también ayuda. Una frase muy bien elegida para exponer tu micro.
Suerte Gloria.
Besos.
Gracias Juancho. La verdad es que es difícil exponer tus problemas ante otros. Lo mejor es como dices intentar superarlos día a dia. Gracias por tu comentario. El tema es difícil y esto es lo que me ha sugerido. Un abrazo. Gloria
Has mostrado lo que sienten muchos pacientes frente a la terapia y que muchas veces los hace desistir de continuarla.
Tangible y real.
Suerte!! Un abrazo.
Gracias Macarena. La verdad no he acudido nunca a un psiquiatra como paciente, pero me imagino que uno se sentirá así por dentro. De be ser dificilismo abrirse a otra persona y mostrar todas tus miserias, preocupaciones y esperanzas, por eso muchos acaban abandonando. Es muy doloroso hacerlo. Gracias por pasarte y comentar
Me gusta el final, sobre todo en «señor doctor no se preocupe»…
Es curioso además lo del «señor», ya prácticamente no se pone delante de las profesiones.
Bueno la verdad me ha salido así, será que yo soy un poco antigua en cuanto que creo que hay que mostrar respeto, ser corteses y educados. Aunque son principios que se están olvidando. Gracias por tu tiempo y por comentar. Un abrazo. Gloria
Gloria, la frase puntual para describir ese estado, debe ser muy incomodo confesarse dia a dia, cierra el relato de forma poetica. Suerte y saudos
Si como dices abrirse, confesar lo que uno piensa y siente, aunque sea a un terapéuta debe ser difícil, casi imposible. Por eso mi frase de Santa Teresa. Boo Anno Novo para ti también. Un beso. Gloria
Bueno, en eso como en todo, depende a quien tengas enfrente. Imagino que habrá psiquiatras que amen su profesión y a sus pacientes y piensen en ellos como personas, no solo como pacientes. Por eso deseo y espero que busquen su bienestar interior y no se limiten a darle medicación. Muchas gracias por tus palabras. Que tengas un feliz año y suerte. Gloria
Ana es muy difícil el mundo de las enfermedades mentales, depende de la actitud tanto del terapeuta como del enfermo, del entorno social y de las ganas de salir de ese pozo sin fondo. Yo personalmente solo sufrí un ataque de ansiedad ante una situación que me desbordaba y me sentí terriblemente vulnerable, pero por desgracia a mi alrededor hay personas que están sufriendo depresiones, y a pesar de la ayuda médica y familia r no son capaces de superarlas. Por ello entiendo la rabia que pareces sentir. Pero ánimo, si uno lo desea realmente se acaba saliendo. Un fuerte abrazo. Gloria
Te entiendo y tienes razón. En el momento que te encuadran dentro de una determinada enfermedad mental ya es muy difícil que escuchen lo que tienes que decir, que te excluyan cuando se supone que ya estás repuesta y que no te consideren un peligro para la sociedad. Por ello muchas veces se acude a la medicación para que dejes de ser una molestia para los demás. Y a veces la red familiar no funciona y te quedas completamente solo ante una de las peores enfermedad es cuando más vulnerable y solo te encuentras. Gracias por tus clarificadoras palabras. Un fuerte abrazo. Gloria
Gloria, lo que cuentas es muy duro, yo por mi mala cabeza he estado en terapias de grupo y desinhibirse es muy complicado, sobre todo ante personas que no conoces. Lo que está claro es que hay que pedir ayuda, cuando uno solo, no puede. Esa es la lección.
Un beso
Si, cuesta mucho contar lo que sientes, temes y piensas a otros desconocidos, pero a veces sólo con hablarlo ya lo vas superando al sacarlo fuera. Gracias por tus palabras. Un saludo. Gloria
El psiquiatra, o un amigo, pueden ser importantes, en tanto que receptores de aquello que necesitamos sacar fuera porque nos hace daño. El simple hecho de hablar ya tiene un efecto sanador, lo que ni el cuerpo ni el espíritu soportan es arrastrar cargas que crecen como una bola de nieve ladera abajo y no van a ningún sitio. A veces alguien externo tiene que recordar que dentro de cada uno está su propio remedio.
Suerte y un saludo
Tienes razón Angel. Eso las chicas lo hacemos mucho, hablamos de nuestros problemas y aunque nuestras amigas no puedan hacer nada por nosotros, el simple hecho de que nos escuchen ya tiene efecto sanador.
Por eso después de quedar para tomar algo y charlar siempre nos sentimos mejor. Gracias por tus comentarios. Gloria
Ese que muero porque no muero, y en la consulta de un psiquiatra más, da miedo por lo que pueda hacer en la segunda parte de la historia, la que no está escrita.
La verdad es que con este final puede intuirse una solución drástica, el suicidio. Espero que no opte por esa opción en la que no hay vuelta atrás. Un abrazo. Gloria
Gloria, muy buena reflexión. Desnudarse emocionalmente ante el prójimo es muy complicado, y realmente tendría que ser algo natural pedir ayuda a un profesional cuando se necesita. Abrazos y mucha suerte.
Sí pero no estamos acostumbrado s a hacerlo por eso nos cuesta tanto. Un abrazo. Gloria
El relato nos muestras la desnudez que se puede llegar a sentir delante de según qué situaciones. Es difícil dejarse ayudar a veces, y anticipar la reacción de la persona que tienes delante acerca de los juicios de valor que se pueda formar es otro escollo. Me ha gustado como lo has dibujado y hacia dónde has mirado. Mucha suerte 🙂
Muchas gracias. Sí, como dices es todo un escollo tener que explicarse ante otra persona, por eso, no todos lo logran, y ello hace que continúe con su problema, que a veces parece insuperable. Muchas gracias por tus palabras. Recibe un abrazo. Gloria Arcos Lado
Hola Gloria.
No sé si al inicio juegas con la duda que puede ser un sacerdote al que va a confesarse la mujer, porque me ha parecido una buena manera de desarrollarlo yendo luego a la psiquiatría. El golpe de timón que das al final me ha hecho mucha gracia, lo he visto humorístico. Buena suerte.
Muchas gracias Pablo. La verdad lo escribí sin dobleces pero como tu dices se puede interpretar también así. Gracias por pasarte por mis letras. Gloria
La primera frase ya delata un problema de ansiedad muy acuciado, a partir de ahí el relato con tintes de psicología aplicada que carga las tintas en las terapias, pero.. me parece que al personaje no le basta con el diván.
abrazos y suerte
Posiblemente necesite otro tipo de ayudas. Parece una mujer con muchos problemas y llena de contradicciones. Acude al psicólogo con no demasiada fe pues le incomoda mucho tener que confesar todas sus actuaciones, y lo que es peor decir por que ha hecho esa elección y no otra. Muchas por comentar. Un abrazo. Gloria
Has elegido un tema que va muy bien con los versos de Santa Teresa.
Una situación difícil para el que la sufre y para los que están a su alrededor porque es imposible ponerse en la misma piel y poder comprender.
A ver si poco a poco se va aclarando de dónde nace el dolor humano.
Besos
Es tan profundo el lugar y tan inmenso el dolor humano, que intentar hallar la procedencia y sobre todo buscar como acabar con él, yo creo que se trata de una tarea imposible.
Sin embargo, pese a ello no debemos permanecer impasibles y considero que nuestra obligación es intentar paliarlo por todos los medios, dentro de nuestras escasas posibilidades.
Muchas gracias, Isabel, por leer y comentar. Un abrazo. Gloria
Tu respuesta tiene mucho significado para mí. Últimamente pienso mucho en ese tipo de dolor que cada uno sufre y sólo a él le pertenece. No solemos percatarnos porque nos hemos acostumbrado a enmascararlo o en responsabilizar de él a los demás. De esta manera nunca le enfrentamos. Creo que sí podemos curarnos. Cada uno sabe de su sufrimiento. Hay que ponerle un nombre, mirarle cara a cara e intentar averiguar su origen. Con paciencia y mimo. Esa fase es dolorosa porque nos hemos acostumbrado a mirar hacia otro lado o a tomarnos un analgésico para no sentir. Puede que necesitemos llorar todas las lágrimas que hemos contenido y darnos el permiso de ser con independencia de lo que los demás esperen de nosotros.
Aprender a curar las heridas del alma debería ser una asignatura obligaroria desde que nacemos.
Un abrazo también para ti, Gloria.
Sí, yo creo que esa es una de las asignaturas que tenemos pendientes los seres humanos.
Nos enseñan toda una serie de contenidos, pero no los verdaderamente importantes. Nadie nos prepara para afrontar en la vida la pérdida, los fracasos, el dolor tanto físico, moral, mental o psíquico o cómo aprender a ser padre o hijo. Es decir, nos quedamos totalmente desamparados ante aquellos retos con los que todos, antes o después, nos vamos a tener que enfrentar, y todos en esos infantes nos sentimos igual de perdidos.
Muchas gracias por leerme con tanta atención y por comentar con tanta inteligencia emocional.
Un abrazo. Gloria
Perdona quería decir instantes. Un abrazo. Gloria
Si, y como resultado así te puede ir en la vida. Si el balance es positivo posiblemente no necesitarás de la ayuda de nadie porque te sentirás querido y afrontarás la vida de forma positiva. Pero si alguno de esos factores falla es más fácil que necesites apoyo de algún tipo.?Qué complicada es la vida, verdad, Antonia? Gracias de nuevo por tus comentarios.Besos, Gloria
Perdona Ana.Parece que no he sabido expresarme bien. Coincido contigo en que cada uno tiene su propio umbral tanto de dolor como su capacidad personal de disfrute.Además si se es aceptado o no, o como tú dices, si es querido, ello influirá indudablemente en la forma de encarar la vida y de aprender a superar las dificultades.
También y como madre que soy de tres hijos, sé por experiencia, que es muy difícil enseñar a tus hijos, y sobre todo saber transmitirles cómo encarar las dificultades que sin duda se van a encontrar.
Y es que, como tú misma dices, algunas veces, la mayoría de ellas de hecho, por mucho que repitas las cosas es como si no te escucharan.
Y es entonces, veinte o treinta años más tarde cuando te das cuenta de las dificultades por las que pasaron tus padres para criarte, y especialmente de lo poco que se lo has agradecido.
Y es que cómo tú dices todas estas cosas se sufren y valoran de forma muy diferente según en carácter, la forma de sentir o de sufrir. Muchas gracias.