95. CADA DÍA UNA NUEVA META
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Hoy mientras engrasa las ruedas a su máquina, como él la llama, recuerda su olimpiada, cuando encima de su bicicleta entregó hasta su alma para cruzar en primera posición la línea de meta. Luego todo fue una nube, la medalla, el himno, las felicitaciones, los abrazos…
Pero la nube se esfumó, el tiempo pasó, volvieron los entrenamientos, el accidente y llegó el olvido.
Y ahí está de nuevo dispuesto a luchar y volver a dar hasta el último esfuerzo, pero ahora ya no le hace falta viajar a Pekín, Londres, Río o Tokio, él cada día vive su propia olimpiada en su ciudad subido a su silla de ruedas.
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Con tu sensible relato nos traes a la mente las dificultades que día a día sufren las personas que para desarrollar su vida precisan la ayuda de una silla de ruedas. Si en muchas ciudades, incluso grandes, ya les resulta difícil desplazarse de forma autónoma con normalidad, en los pueblos pequeños y aldeas conseguirlo se me antoja un esfuerzo desmedido. Incluso hay gente que ni puede salir de casa. Da tristeza recordar como sería llevar una vida así hace años. Tu protagonista aún tiene fuerzas para luchar contra los adversos elementos creados por personas que no pensaban que tambien ellas podrían llegar a verse en esa situación.Saludos y suerte.
Hola Jesús, este mes de agosto nos volvemos a encontrar.
He intentado denunciar con este relato las dificultades que muchas personas con alguna minusvalía simplemente encuentran para moverse por una ciudad.
Muchas gracias por tu comentario, un abrazo.
Una auténtica carrera de obstáculos. Muy bien traido, Javier.
Suerte y saludos,
Hola Anna, muchas gracias por tu comentario.
Abrazos.
Tu protagonista gana cada día la medalla al tesón y la fortaleza, sin duda.
Besos, Javier, y suerte.
Hola Margarita, que bueno encontrarte por aquí también.
Muchas gracias por tu comentario.
Besos.
Una meta diaria, o más bien una carrera de obstáculos, sin duda eso son las ciudades para estas personas. Sin embargo no se detienen ante ellos.
Un bravo por tu relato y por todas ellos que vencen sus dificultades.
Un abaazo.
Hola Asunción, muchas gracias por tu comentario.
Abrazos.
Me ha gustado la alusión a los paralímpicos. Tu jugador ya tiene una medalla desde que despierta cada mañana. Tu breve relato es conciso pero preciso. Suerte Javier.
Hola Cristina, muchas gracias por tu comentario.
Abrazos.
Una llamada de atención a los obstáculos arquitectónicos que cada minuto debe sortear una silla de ruedas.
La historia que nos cuentas conmueve.
Mucha suerte, Javier
Hola MªJesús, que bueno encontrarte por aquí, muchas gracias por tu comentario.
Abrazos.
Hola Ana, muchas gracias por tu comentario.
Abrazos.