15. Calle abajo (Manoli VF)
Una ya tiene sus años y ha visto muchas cosas recorriendo estas calles de Dios, pero aquel tipo no era bueno, no, que lo sabré yo. Arrojó unas monedas a mi plato y servidora ya iba a ofrecerse para leerle la buenaventura cuando vi que muy mala la gastaba el mocito, muy mala, sí señor. Debió de verme el susto pintado en la cara porque se echó a reír mientras yo rezaba todo lo que sabía, ya que cuando ríe el diablo alguien llora, y al malparado le seguía la misma muerte, en forma de una niña en la sombra.
Que una gitana se asuste de alguien a quien va a echar la buena ventura impone.
Esa mujer veía más de lo que nadie puede ver mirando a otra persona.
Simpático micro,
Un abrazo.
La gente cuya escuela es la vida y, más aún, la vida que ofrece la calle, suele desarrollar sentidos poco comunes, partiendo de la observación y la intuición; si encima es gitana pues… de casta le viene lo de adivinar, jaja 😀
Muchas gracias, Virtudes. Saludos.
Hola, Manoli. Me resulta curiosa la anécdota que nos muestras en de tu historia. Era el «malaje» ese el que ya traía el «mal fario» pintado en la cara, ni hizo falta que se lo leyeran en la palma de la mano. Y, por encima, burlón (y «generoso», al soltar la pasta).
Arriesgándome, una vez más, a meter la pata o a quedar mal, voy a indicarte (con afán constructivo) algunas cosas que, en mi opinión, «podrían corregirse» (puedes no estar de acuerdo, por supuesto).
No me meto en la «construcción» de las frases, que me resulta, en algún caso, un tanto «extraña» (aunque la que «hable» sea una persona aparentemente poco cultivada), porque eso lo decide el autor. Solo voy a decirte que creo que es «Sí, señor»: también pienso que quedaría más natural (signifique eso lo que signifique), en el contexto de la frase, «se volvió para mirarme». En el «riendo», veo otro «problema» ¿quién se ríe? Está claro que él, pero «volvió a mirarme riendo» puede significar que me estaba riendo yo. Supongo que habría que meter entre comas ese «riendo», pero, aun así… Pienso que esos dos «porque» tan seguidos «cantan» un poco. También creo que sería «porque cuando ríe el diablo, alguien llora» como en «cuando el río suena, agua lleva». No sé que opinarás sobre lo que te digo. Espero no haberte molestado y creo que si los que comentamos habitualmente destacásemos (de modo provechoso, claro) lo que creemos que no está del todo bien, todos ganaríamos. Y tambien aprenderíamos. Suerte, Manoli. Besos.
Hola, Jesús. Ante todo, agradecerte el tiempo que te has tomado para analizar mi texto. He modificado la repetición de los dos «porque» y he decidido cambiar un poco la frase para que se vea mejor el uso de algunos verbos aunque creí que al poner «mirarme» se veía claro el sujeto, pero entiendo que puede inducir a error. No comparto lo de «se volvió para mirarme» ya que me parece mucho más coloquial e informal «se volvió a mirarme» así que lo dejo así. Tampoco estoy de acuerdo con tu apreciación en «sí, señor» porque aquí el término «señor» no funciona como vocativo, sino que es una frase hecha y prefiero dejarlo así. Respecto a lo del dicho del diablo no entiendo lo que me dices pues ya lo tengo como sugieres, y yo lo veo bien tal cual está.
Por último, comentarte que en esta historia intenté centrarme en la expresión de la gitana, dándole colorido ya que, a este respecto, lo que cuenta es una traducción directa de lo que se queda pensando mientras ve al hombre perderse calle abajo, de ahí la construcción peculiar de las frases.
Muchas gracias por tu atención.
Un abrazo.
Tienes mucha razón: maldición gitana parece la foto. Claro que… hasta que no me lo has contado tú… tan bien contado-
Mira que se me ha hecho corto el micro, más palabras quería yo.
Muy bueno, felicidades
Jajaja, Muchas gracias, Luisa. La verdad es que la imagen podía dar para una historia muuuuy larga… quizás en otro momento. Me alegra que te haya gustado.
Un beso.
Hola, Manoli. En principio no iba a entrar, para no ahondar en la porfía, pero… Insisto en que poco sé de normas y que me baso, principalmente en lo que «me suena bien», por comparación con lo leído o escuchado (reconozco que aquí influye también de que zona de España somos y otros factores) por mí. En «cuando ríe el diablo» creo que debe ir una coma en lugar del verbo elidido (antes de «alguien llora»). Insisto en que no quiero polemizar, pero «Sí, señor» solo lo veo de esa forma (separado por la coma); otra cosa sería, por ejemplo «si señor me llamas, te mato», pero ya sería, supongo, un condicional. Y aquí lo dejo. saludos.
No me molestan para nada los debates, Jesús (o las porfías, si quieres llamarlo así). Soy de las que da la razón si los argumentos me convencen. En este caso, analizando lo que dices, te entiendo, pero ocurre que la puntuación es algo muy propio, quizás influya la zona como comentas o los autores que uno haya leído, no lo se, pero me gusta como ha quedado finalmente. Mira, por ponerte un ejemplo, en la frase que me comentas la puntuación también podría ser: «Yo rezaba todo lo que sabía ya que, cuando el diablo ríe, alguien llora» pero he suprimido también la coma en «ya que» porque me gusta como suena al leerla de corrido, sin inflexiones.
Gracias siempre, Jesús.
Contraste positivo, muy positivo: pocas palabras para hablar de una gitana, que suele hablar por los codos cuando te echa la buenaventura.
Me gusta que hayas hecho hincapié, Edita, en eso mismo: las pocas palabras, que son pocas con toda intención, ya que la gitana se ha quedado sin ellas ante lo que acaba de ver. De hecho, aún me parece verla persignándose…
Muchas gracias.
Abrazo grande.
Una buena historia no requiere necesariamente de muchas palabras, al contrario. La síntesis elimina detalles sin duda interesantes, pero hace que el resultado quede limpio y sea directo. Tu gitana de pocas palabras y gran sabiduría tiene un don, algo en principio positivo, aunque a veces es mejor no saber, se sufre menos. «Cuando el diablo ríe, alguien llora», gran frase y muy cierta. Esperemos que el temible personaje siguiese calle abajo y un poco más serio.
Un abrazo y suerte, Manoli
Realmente hay dones que traen su cruz aparejada con ellos y este es uno de esos, porque lo que no puedas cambiar mejor no saberlo 😉 Quise centrarme en la fuerte impresión de la mujer al ver pasar al hombre, en ese palpito o revelación que tiene al verlo.
Muchas gracias, Ángel, por tus atentas palabras.
Abrazo grande.
Veo que a ambos nos dio mala espina ese tipo de la foto. Me gusta esa voz narrativa.
Un saludo
JM
Menos mal que nuestro palpito es literario Juan Manuel, jaja. Quise describir no solo al hombre y a la niña, sino a la observadora que ve la escena con un «sexto sentido». Me alegro que te guste esa voz.
Saludos.
Muy bien contado, Manoli.
Besos.
Muchas gracias, Yolanda. Intenté reflejar el pasmo de la mujer al encontrarse con lo inesperado. Me alegra que te guste. Un abrazo.
Manoli, muy buen relato. La vida de la calle y la experiencia de la gitana le hace ver al mismísimo diablo en ese hombre con sólo fijarse.
Un abrazo y suerte
Tú lo has dicho, Blanca. Así es. La gitana no necesitó verle la mano esta vez. Muchas gracias por tu lectura y palabras. Un abrazo.
Tu gitana sabe mucho, Manoli, mucho. Y es que la vida te enseña, pero si es en la calle, te enseña más duro. Ella ha visto la muerte cerca del mozo, la que él provoca, aunque me queda la duda de si no será que en una de esas reyertas, sea a él al que se cobre la parca.
Mucha suerte con él, y un cariñoso saludo para ti.
Muchas gracias, Maribel, por tu acertado análisis. Hay cosas que se saben y se sienten, y ya lo dice el dicho: El que a hierro mata a hierro muere, así son las cosas.
Abrazo grande.
Manoli, cuando una gitana ve algo maligno en el protagonista nunca se equivoca. Ha sabido ver a la muerte con aspecto de niña que le persigue entre las sombras.
Buen relato. Te deseo muchísima suerte.
Besos apretados, amiga.
Muchísimas gracias, Pilar. Que una gitana sea la que ve la sombra del mal es mi intento de otorgar veracidad al texto. Hay algo de magia en ese sexto sentido que parece más agudizado en la etnia gitana, no se, también quise poner algo de colorido entre tanta sombra en la voz narradora.
Un abrazo grande, grande, compañera de letras.
Me gusta el relato que has creado para la fotografía de este mes, sí señora!!!
Un enfoque «endiablado» y calé 🙂 TODO MAGIA
Un abrazoooo
Algo de magia, sí, en forma de clarividencia esta vez, he intentado con esta propuesta, Amparo. Por lo que me alegran un montón tus palabras
Otro grandísimo abrazoooo!!
Me gusta la voz con la que habla tu gitana, muy conseguida. Y la forma de encajar la sombra de la niña.
Mucha suerte,
Saludos.
Muchas gracias, Susana. Me alegra que te haya gustado, quise trasladar al papel el lado esotérico del personaje. Un saludo.
La mirada, los gestos afianzan que la intuición y el sexto sentido creen un halo de rechazo, subjetivo, pero muy real para el receptor. Interesante y enigmático relato, Manoli. Abrazos y suerte.
Ese sexto sentido está siempre presente, de una u otra manera, en todos nosotros si nos detenemos el tiempo suficiente para prestarle atención. Muchas gracias por tus palabras, Salvador. Otro abrazo para ti 😉
Muy buen relato con un final espeluznante Manoli. Suerte.
Besicos muchos
La verdad es que sí, que esa sombra no augura nada positivo sobre el personaje y su historia. Muchas gracias por leer y comentar, Nani. Besos también para ti.
Me ha encantado esa gitana y su forma de contarnos lo que vio. Ese narrador testigo le da un aire de veracidad que estremece. Me gustan también mucho esos giros del lenguaje que has usado para dar voz a tu gitana: no sé si son reales, pero suenan auténticos y eso es lo importante.
Mucha suerte y un abrazo,
Muchas gracias, Ana. Aprecio doblemente tu comentario, por cuánto me dices que te ha gustado la voz que he puesto a «mi gitana», no tengo experiencia alguna en el lenguaje gitano, y aunque tenía clara la escena no me era fácil abordarla por lo que he comentado; aún así, intenté centrar toda mi atención en el personaje que describe lo que «ve» y, al hacerlo, arriesgué la expresión. Saber que te ha gustado me compensa. Un abrazo.