28. Cambio de planes
Fue extraño volverlo a ver después de tanto tiempo, sobre todo porque no recordaba haberlo conservado. Seguramente no lo hice. Yo soy un desastre para todo: jamás lo hubiera embalado con tanto mimo. Él sí. Él era cuidadoso y nunca tiraba nada.
Aunque por peso y tamaño no era lo que buscaba, no pude evitar desenvolverlo. Tampoco supe impedir que el tacto de la madera en mis manos abriera una espita por la que salieron más lágrimas. Se unieron a las que ya me desbordaban antes de subir al altillo.
Así se divierten los objetos viejos: abren diminutos agujeros en la membrana del olvido por los que se cuelan los recuerdos.
A través de la grieta que abrió el juguete, entraron sus ojos llenos de ilusión cuando, una vez terminado, me lo entregó. También sus palabras:
—Este tren es mágico, hijo. Cuando lo agarras con fuerza, y si lo deseas lo suficiente, te lleva donde quieras. Y así puedes escapar de todo; y nada puede hacerte daño.
Enjugué mis ojos, bajé la escalera y, estrechando el tren contra mi pecho, decidí dejar de buscar, al menos por ese día, la antigua pistola de mi padre.


Me gusta todo: el título, la historia, la redacción, el final… Enhorabuena.
Muchas gracias, Edita.
Me alegra que te haya gustado.
Esperemos que ese tren, que le ha hecho recapacitar y posponer su primera intención, no pierda esa magia y olvide la otra búsqueda.
Un relato emotivo y bien contado.
Un saludo y suerte, Gabriel
Muchas gracias, Ángel.
Esperemos que así sea, ¿verdad?
No pude evitar meter ese «al menos por ese día» para dejar un poquito de inquietud.
Saludos
¡Guauuuuu ese final!! Es increíble como un buen final puede hacer bueno un relato a priori normal y como para un relato ya estupendo es el broche de oro , como es tu caso Gabriel.
Un saludo
Me alegro de que te haya gustado.
No sé si en este cuento lo refleja, pero estoy de acuerdo contigo en la importancia de dedicarle un mimo especial al final.
Un saludo
Qué preciosidad, Gabriel. Además de emocionar y hacer pensar, tiene frases que me han encantado, como : «Así se divierten los objetos viejos: abren diminutos agujeros en la membrana del olvido por los que se cuelan los recuerdos.»
Sublime.
Un abrazo y suerte.
Muchas gracias por tus palabras, Rosalía.
Un abrazo
¡Ostras! Duró pero esperanzador. Me quedo con la frase Así se divierten los objetos viejos: abren diminutos agujeros en la membrana del olvido por los que se cuelan los recuerdos. Me ha encantado. Muy buen relato, suerte.
Muchas gracias, Izaskun.
Estoy especialmente contento de esa frase. Me alegra que te guste.
Un saludo
Muy hermosa historia la tuya, querido Gabriel. Tan dura como entrañable como muy cierta…Y con tan bellas palabras. Enhorabuena y un abrazo, guapo.
Muchísimas Gracias, Puri.
Interesante historia la tuya, Gabriel. Ese estilo poético y nostálgico que acaba en un abrupto final con una luz de esperanza. Muy logrado. Mucha suerte y un fuerte abrazo.
Muchas gracias, Aurora.
Un saludo.