115. Campanadas
Era la noche, la última del año; La mesa repleta, abundante bebida, música y risas.
Ella estaba exultante, con ese brillo en su mirada provocadora que lo excitaba. La sorprendería, tras el brindis abriría el estuche que celosamente guarda en su bolsillo y le pediría unir sus vidas para siempre.
A un par de cuadras él había bebido en demasía, estaba feliz, sería papá. Con la primera campanada extrajo su arma y disparó al aire. El proyectil no sabe de amor, en loca carrera retornó a la tierra.
El anillo rodó de su mano. La sonrisa se transformo en mueca, su mirada cambió, él la sostuvo hasta depositarla suavemente en el piso.
Tras la última campanada lo envolvió el dolor de la soledad…
A un par de cuadras, ajeno al drama tras guardar el arma, brindaba feliz.
¡Caramba Moli! Qué bien has unido dos historias tan dispares.
Enhorabuena y suerte.
Gracias Rafa, se me terminaba el tiempo y arranque con lo primero que me vino a la mente.
Un abrazo y feliz año.
Muy bien entretejidas estas dos historias: una que empieza y otra que termina. Y es que todos estamos unidos…
Mucha suerte y Feliz 2015
El destino suele unir a las personas de diferente manera, algunas felices, otras no.
Un abrazo y feliz año.
Muy buena historia para terminar el año.
Te felicito, Moli, por tu destreza.
Felicitaciones para el 2015
Gracias María, lo de destreza me queda grande. Podría llamarlo casualidad.
Un abrazo y feliz año.
Un final trágico e infeliz.
Un final inesperado, duro si, pero para él otro protagonista no, ni siquiera sabrá lo que hizo.
Un abrazo y feliz año.
Gracias querida amiga, que el nuevo año nos vuelva a reunir en letras y tienda puente en el Atlántico para tenerte más cerca.
Un gran abrazo.
Joder vaya mala suerte de dirección que toma la bala, pero reconozco que metafóricamente son muchas las balas que cambian en la vida y el día a día las trayectorias que pensamos. Abrazos Mili y suerte
Gracias Manuel, el destino decide la trayectoria de todas las cosas.
Un abrazo y feliz año.
Bueno, la historia está tan bien contada que la boca del estómago se ha hecho un nudo y la pena se apodera de mi.
Pero no, hoy hay que celebrar la Nochevieja y mañana dar una entrada feliz al Año Nuevo. ¡Y que nadie dispare balas!
¡Feliz Noche y Feliz Año Nuevo!
Besos
Muchas gracias Isabel, esta historia tiene visos de verdad.
Un abrazo y muy feliz comienzo de año.
Dos historias, dos vidas, un destino, una bala fortuita y malvada y una misma persona capaz de dar vida y muerte.
Buen relato. Un abrazo Moli.
Muchas gracias Belén, el destino estaba marcado sin dudas.
Un abrazo y muy feliz año.
Esas armas que carga el diablo, esas balas caprichosas que pueden truncar existencias en menos de un segundo, un simple gesto que puede cambiar otras vidas para siempre sin que su autor sea siquiera consciente.
Buen relato, Luis Alberto. Suerte y Feliz Año
Muchas gracias Angel, buen comentario.
Un abrazo y feliz año.
Luis, dicen que a las armas las carga el diablo,pero el destino lo hacen los hombres.
Un relato excelente,me gustaría que lo continúes, me quedé triste…
Hola Mery, un placer leerte por aquí.
Gracias por tu comentario.
Te dejo un abrazo y feliz año. T A
Muy bueno El Moli. Has entrelazado dos historias que no se entienden la una sin la otra, los ha hecho en poco espacio y además de una manera clara y entendible. Enhorabuena y mucha suerte. Feliz 2015 🙂
Hola Juan, muchas gracias, un deseo de paz y ventura para este año que comienza.