79. Cíclope (Arantza Portabales Santomé)
Amé a un hombre con un solo ojo. Vaya si lo amé. Desde el primer instante en que clavé en él mis dos simples y vulgares pupilas. Supongo que es posible que la gente especial ame de manera común. Que la gente común pueda amar de manera especial. Lo sé ahora. No lo sabía entonces. Solo sabía que a su lado me sentía normal. Corriente. Mediocre. Ordinaria.
Amé a un hombre con un solo ojo y él también me amó. No amó a Tormenta, ni a Mística. Ni a Jane Grey. Eso fue después.
Y lo dejé. Vaya si lo dejé. Lo dejé después de una mirada, dos paseos y tres besos. Le mentí. Le dije que me había enamorado del dueño de una charcutería de Westchester. Debí ser muy convincente, porque su enorme ojo se veló y lloró como solo él podía hacerlo, liberando una única y gigantesca lágrima de fuego. Debí de comprender entonces que cometía un error. Que la diferencia entre lo normal y lo extraordinario no siempre es tan evidente. Lo sé ahora. Porque cada vez que evoco nuestra despedida siento latir mi pulso desbocado, y los corazones parecen salírseme del pecho.
Los dos.
Al no conocer a esos superhéroes he tenido que echar mano de google. Cosa que no me hace falta para ver que estamos ante una historia sublime en su sencillez, donde lo inexplicable e inevitable de algunas reacciones humanas parecen dar sentido a la vida. A la de los dos. Me ha gustado. Enhorabuena, Arantza. Un saludo y suerte.
Gracias por esa lectura atenta.
Supongo que me pierdo mucho del contenido por desconocer quienes son esos que nombras. Lo busco y parece que tienen relación con X-mens, que nunca he visto ni leído, quizás por haberme quitado la “i”.
Tu relato es para leer varias veces pues a pesar del final sorprendente tiene bastante para meditar sobre lo común y lo especial.
En fin, sorprendente como siempre.
Mucho mejor un Ximen que un Xmen. Dónde va a parar.
Grabar por leer amigo
Gracias*
Ya está la meiga haciéndose sitio en el libro. Con dos corazones ya puede…
Genial, Arantza.
Besos y justicia.
Tú que me quieres bien Olivares.
Aparentemente sencillo. Totalmente maravilloso.
Mucha suerte.
Un afectuoso saludo de una enamorada de los seres mitológicos, a quien ahora mismo le encantaría tener dos corazones…
Gracias Nuria. Seguro que el que tienes vale por dos.
Arantza, original y bien lograda ambientacion, y fenomenal final. Suerte y saludos
Aunque no fuera especial, que lo es, solo por ese final ya valía la pena leerlo.
He de decir que aunque también yo me he perdido parte de la mitología en la que te basas, lo cierto es que esta vez no la he buscado en google, porque me llega con lo que tu texto transmite: corazones, rarezas varias y sobre todo, héroes. Un abrazo, Arantza.
Pues yo, que sólo veo pelis de superhéroes por amor (jajajaja) , las que más me gustan son las de Xmen
Me encantan los dos corazones del final. Y la lágrima de fuego. Y el principio. Bueno es que me gusta todo. Cuando disfruto tanto leyendo siento gratitud hacia al autor, así que sólo puedo darte las gracias.
En papel lucirá más aún.
Cuando se tienen dos corazones los sentimientos duplican su potencialidad, tanto los placenteros, resultado del enamoramiento inicial, como los derivados del hastío en el desamor posterior
Cuando se tiene un solo ojo, pero muy grande, que además puede expulsar fuego cuando se siente atacado o herido, las lágrimas pueden doler mucho más de lo que suele ser corriente.
Cuando las personas con superpoderes tienen problemas son como el resto de los humanos, pero más superlativos en sus formas y consecuencias. Contra ello no hay mutación que valga.
Original en el fondo y, sobre todo, en la forma de narrarlo.
Un abrazo y suerte, Arantza
Estoy con Ángel en que tu relato, Arantza, es muy original. Además, me pareció detectar un tono poético que también es llamativo y que me encanta.
Cada día te superas, amiga.
Besos.
Precioso, mi estimada Biokardía
Biagradecida a todos vosotros
Pasa todo el tiempo: personas que ignoran su propio «superpoder» porque, siendo suyo, lo sienten normal; y gente que decide por dos y ni siquiera toma la decisión correcta… Humanos, pues.
Me ha alegrado sinceramente encontrarte entre los «Mencionados», Arantza.
Como soy una recién llegada, no estoy en situación de participar en la votación. Pero quiero que sepas que mi único corazón se haría doble en el caso de puntuar.
Un inmenso abrazo de ENHORABUENA