37. Cinco añitos más de vida, por favor (Alberto BF)
Hace dos semanas me diagnosticaron cáncer.
Los médicos no han dado muchos detalles, pero intuyo que estoy en una fase muy avanzada, porque ese mismo día se me apareció mi padre.
Me reconfortó verle. Desde que falleció sé que siempre está ahí cuando vienen mal dadas.
Al día siguiente se sumaron mis abuelos, uno tras otro. Fue bonito saludarlos. Estaban con mis tíos, primos y resto de familia cercana ya desaparecida.
Me empecé a mosquear cuando un día después apareció mi bisabuelo. Siempre quise conocerlo, pero su aparición hizo que me planteara cuántos antepasados tenían pensado visitarme en el ocaso de mi vida.
A partir de ahí comenzó el desmadre. Han ido presentándose, entre otros, un oficial de la guerra de Cuba, una sirvienta del Marqués de Vadillo y un vasallo fiel de Don Pelayo.
Mis ancestros visigodos y romanos también me obsequiaron con su presencia a principios de semana.
Ayer les tocó el turno a Adán y Eva. Me dijeron sonriendo que en cuanto falte me reuniré en paz y armonía con todos los que han dado señales en estos días.
Nunca he tenido miedo a la muerte, pero menuda pereza me está dando…
Lo del descanso eterno no puede ser tal con tanta vida social. Como decía mi madre: «Bueno está lo bueno, pero no tanto».
Un recorrido divertido hacia el pasado de la mano de los ancestros que, pardójicamente, muestran el futuro.
Un abrazo y suerte, Alberto
Un panorama eterno preocupante. Me ha encantado tu relato, original y divertido.
Mucha suerte, Alberto.
Abrazos.
Un micro muy divertido, resultando que, al final de todos los finales, todos venimos de Adán y Eva; tú, Alberto, y yo, y Ángel, y Rafa…
¡Madre mía, cuanta gente para pasar la vida eterna! Las comidas familiares van a estar demasiado concurridas…
Gracias por hacerme sonreir y suerte.
Muchas gracias por tu comentario, Ángel. Efectivamente, con esa vida social post mortem dan ganas de quedarse un ratito más en la vida terrenal… ¡Un abrazo!
Muchas gracias, Rafa. Hay que ver qué complicada está la eternidad…
¡Un abrazo, y suerte para ti también!
Muchas gracias, Isabel.
La que han liado Adán y Eva, con lo bien que estaban en su paraíso con manzanas y serpientes. Se les ha ido de las manos, y nos van a hacer pasar las de Caín…
¡Un abrazo, y suerte!
Gracias a ti por tu comentario, Rosalía.
Estoy de acuerdo, con tantos hermanos/as y cuñados/as las comidas familiares van a ser de lo más entretenido. Espero tardar mucho en asistir a estos banquetes…
¡Un abrazo, y suerte!