98. Clark
Se deshace de la capa, se saca las botas pisando primero con la puntera los talones y se baja la cremallera del traje de licra después de quitarse los calzoncillos rojos. ¿Qué coño licra?, me suelta en un tono hasta hace nada inhabitual en él. Me disculpo tímidamente y le ruego que continúe. Como si yo no estuviera. Se pone una camisa sucia y unos pantalones viejos que ata a su cintura con un cordel. Se pimpla un cartón de vino malísimo de un supertrago, se limpia con la bocamanga el hilo de vinacho que le cae por la barbilla sin afeitar y sale de la caja de cartón donde ahora acostumbra a cambiarse después de cada aventura. Da un traspié y eructa.
¿Te crees que si fuera licra habría sobrevivido al incendio del petrolero del que vengo, subnormal?, retoma su indignación, de pronto, y vuelve a arremeter contra mí con boca pastosa. Le pido mil excusas recordándole mi calidad de reportero primerizo aunque sospecho que lo que no puede perdonarme, en realidad, es que los propietarios del Daily Planet pensaran en mí para sustituirlo cuando, hace ya cuatro meses, tomaron la decisión de ponerlo de patitas en la calle.
Siempre pensamos en Supermán y dejamos la personalidad bajo la que se oculta en un segundo plano. Luego vienes tú a trastocar los conceptos y nos presentas a un superhéroe impresentable, más apegado a ese papel de periodista terreno que al del mito volador, con un merecido pie en la calle por su actitud demasiado apegada a lo mundano en su peor versión.
Un punto de vista diferente y brillante, con un personaje que, por muy súper que fuese, al final ha perdido lo mejor su leyenda en favor de la degradación.
Un abrazo y suerte, David
Un Supermán en decadencia que tiene algo que ver con mi superhéroe principiante. Siempre lo excelso hace a uno buscar la otra cara, la cruz del asunto. Buen relato. Mucha suerte.
Decadencia, derrota, crisis. Un superhéroe que no se ajusta a su leyenda y un periodista novato que parece sacado de «España Directo». Un cóctel explosivo.
Muy bueno, David.
suerte y abrazos