28. Claustrofobia eterna
El aire es un puñal invisible que se me clava en los pulmones, aunque ya no respiro.
Cada golpe contra la tapa me devuelve el eco de una desesperación inútil: estoy muerto, y aun así siento.
Escucho las paladas de tierra cayendo, una lluvia espesa que clausura para siempre la última rendija de luz.
Siempre tuve miedo a los espacios cerrados, a los ascensores, a las habitaciones sin ventanas.
Reía nervioso, fingiendo que era una manía menor.
Nadie supo nunca cuánto temblaba en silencio.
Ahora permanezco inmóvil.
Enterrado.
Preso de lo que nunca dije.
Ellos creen que descanso.
Se equivocan.
El ataúd se ha vuelto un confesionario mudo, y mi cuerpo un secreto que nunca conté.
Ojalá hubiese gritado en vida lo que me ahogaba por dentro.
Me habrían escuchado.
Me habrían reducido a cenizas.
Y al fin, habría sido libre.
Aunque no soy nada claustrofóbica, leyendo el relato es imposible no sentir esa sensación. ¡Qué agobio! Muy bien rematado además.
Muchas gracias, Edita. La verdad es que es un tema muy claustrofóbico, yo lo pienso mucho, y por eso me animé a escribirlo. Mil gracias por pasarte y dejar un comentario. Abrazos mil.
Mejor cenizas volátiles y humo que vuela libre, que una eternidad bajo tierra, oscuro e inmóvil. La fobia de tu protagonista estaba justificada en vida, después también.
Un relato que contagia agobio, connpinceladas breves e intensas.
Un abrazo y suerte, Nuria
Buenas, Ángel. Mil gracias por pasarte y comentar. Tienes toda la razón, no sea que nos enteremos una vez muertos. Mejor pasar un ratillo malo con la cremá a estar, como tú bien dices, una eternidad bajo tierra. Un abrazo muy grande.
Veo que no solo se te da bien la prosa poética bella y amable, sino que también eres capaz de meterle la angustia en el cuerpo al más pintado. Francamente, espero no encontrarme jamás en esa situación, solo de pensarlo se me ponen los pelos como escarpias.
Un abrazo fuerte, Nuria.
Hola Ana María. Muchas gracias por leerme y comentar. La verdad es que es una situación muy angustiosa, y tienes razón, esperemos que se quede solo en ficción. Un besazo grande.
Por Dios. El colmo de la desgracia! Nunca quise ver la peli que va este tema. Las imagino tan angustioso que hace sufrir. Como tu texto. Desgarra el alma.
Hola Rosa. Muchísimas gracias por leerme y dedicar un ratito a comentar. Ciertamente es un tema de pura angustia, a mi me da ansiedad.JAJAJA. Un abrazo muy grande.
Por Dios. El colmo de la desgracia! Nunca quise ver la peli que va de este tema. Lo. imagino tan angustioso que hace sufrir. Como tu texto. Desgarra el alma.
No podía tener mejor título tu relato Nuria. Nos trasladas a ese ataúd , a esa oscuridad claustrofóbica y al terror de que se prolongue eternamente.
Un abrazo
Hola, Gemita. Muchas gracias por dedicar un ratito a mi relato. A mi también me parece un título muy acertado, que da todo el sentido a lo que viene posteriormente. Un beso muy grande.
Angustiosamente bien contado.
¡Mucha suerte!
Buenas, Esperanza, bonita. Mil gracias por tus palabras, me halagas enormemente. Un beso muy grande.
Uff, Nuria, qué agobio. Mejor el fuego, siempre que no despierte en mitad de la cremà, claro.
Un abrazo y suerte.
Hola, Rosalía. Tienes toda la razón, es un agobio extremo. Y ese despertar en medio de la cremá, esperemos que no suceda, da para otro relato de angustia. Un beso grande.
Impresionante, Nuria. Enhorabuena por llevar tan lejos la prosa poética.
Hola, Sergio. Muchísimas gracias por tus bonitas palabras, me halagan muchísimo. Un abrazo.
Cuánta angustia se destila en las palabras de tu personaje, que nos cuenta lo que siente enterrado, aunque muerto, y a pesar de que la sorpresa no aparece en el micro sí que lo hace su anhelo: volar libre igual que lo habrían hecho sus cenizas. Me gusta. Mucha suerte y un abrazo
Muchas gracias, Jesús, por pasarte a leer y comentar.
Me alegra mucho que te guste.
Un besazo
Hola, Nuria.
Haces que parezca fácil crear el clima que has conseguido reproducir. Me parece tan complicado hacer que el lector se envuelva de las emociones que pueda sentir el protagonista y, sobre todo en un microrrelato.
No se me escapa esa abundancia de puntos y aparte de frases separadas. Es casi paradógico que reproduzcas una fobia a lo cerrado, a lo comprimido, precisamente extendiéndolo. Sería más lógico un texto en bloque en un solo párrafo lleno de puntos y seguido, pero no, tú buscas el doble salto mortal con tirabuzón y medio y lo bordas. Mi más sincera enhorabuena.
Un cálido abrazo.
Qué bueno que te guste, Ángel! Valoro muchísimo tu opinión, ya que yo, también admiro mucho tu forma de escribir.
Un abrazo enorme de vuelta.