53. Como los gatos ( Arantza Portabales Santomé)
Yo era uno de los pasajeros del Yak-42. Esa fue mi quinta muerte. Y fue muy traumática. Mala, lo que se dice mala, no. Rápida. Indolora. Pero estúpida y evitable. No como la primera. La primera, la del semáforo, esa sí que no pude evitarla. La segunda la malgasté con la heroína. La tercera fue un atropello común. De nuevo fue culpa de un semáforo. La cuarta fue la más devastadora. Leucemia. La quinta… De la quinta ya he hablado. La sexta fue producto de las estadísticas. Soy uno de esos gilipollas que se parten el cuello al resbalar en la ducha. Así que he comenzado este año, como el resto de los humanos. Con las horas contadas. Convencido de que esta vida, la última, la disfrutaría al máximo.
Pero no contaba contigo.
Te vi a lo lejos. En el semáforo de Callao. Al igual que aquella tarde. Con un abrigo rojo, y tu pelo trigueño un poco más largo. Estabas más delgada. Pero eras tú. Al verte, el corazón se me salió del pecho. Se me paró de repente. Y quince años después, el muy estúpido, volvió de nuevo a partirse, dolorosa e inevitablemente, en dos.
Parece que usas al pobre semáforo como el vulgar y mortal leitmotiv que arrebata alguna de las vidas de este personaje, al que veo como un «gato» madrileño. Como parece que, según dicen algunos ilusos, todo vuelve, esperemos que, al reecontrarse con la rubia, a nuestro amigo el dios de los gatos le conceda otras siete vidas. Parece merecérselas. Como tú, nuestras felicitaciones. Suerte, Arantza, y un saludo.
Gracias Jesús. Crucemos los dedos por esas siete vidas 😉
Gravedad Juan. Mientras nos quede el romanticismo…
Gracias, quise decir
Siete vidas no bastan para comprender el mundo que nos rodea, Arantza. Me gusta tu manera de narrar, tu particular visión de las cosas. Este micro es otra «portabalada» de las buenas (permíteme el término).
Un abrazo.
Portabales da. ..Cómo mola!!!
Portabalada…El autocorrector se está ensañado conmigo
Mira que eres…no, no puedo decirlo en alto que estamos en horario infantil, pero que sepas que, cuanto más cosas así escribas, más te odiaré Portabales, ¿es que nunca te cansas de ser brillante?. Ains, ¿porque te querré igual, meiga?. BRILLANTE. Besossssssss
Ese semáforo de Callao me recuerda a ti… 😉
Hola, Arantza.
Forma acelerada de escribir, casi tipo telegrama, como las vidas del gato, que por Callao, igual era hasta silencioso, se le entiende madrileño, como si a todos los mininos del mundo no les gustara mover sus felinas patas por semejantes pagos, con todo lo que hay que ver por allí. Y oler. Y arañar. Tu gato lo mismo es Gato Pérez, que nos cuenta sus existencias y nos las canta en plan estribillo. Ese corazón partío en dos, me lo parte a su vez tu texto. Albricias y besos.
Con el sello Portabales, inconfundible.
El final me ha encantado. Feliz noche.
Este chaval que nos cuentas no merecía tanta vida si no sabía cuidarla, pero en general todos morimos un poco por una fémina fatal.
No conozco Madrid, pero imagino que esa plaza debe tener un encanto especial.
Un abrazo y suerte.
Maestra, escritoraza. Que todos tus semáforos estén siempre en verde y que no dejes de escribir en ninguna de tus otras seis vidas. Muchas felicidades.
Semáforos y amores no correspondidos pueden ser una combinación letal.
Arantza, cuando te leo pienso que a algunos nos harían falta siete vidas para llegar a tu nivel. No dejas nunca de sorprender.
Un abrazo y suerte
Has llevado muy bien esas siete vidas de los gatos en tu anecdotario. Has traído la idea muy a tu terreno y al enfoque que le das a los relatos. Suerte !!
Gracias a todos por leer y comentar. Besos compostelanos!!!
Seis fugas de la muerte no son bagaje suficiente para esquivar al desamor, aunque, afortunadamente para esa última vida, son las únicas heridas que no matan.
Buen relato, Arantza. Enhorabuena.
Un saludo.
Relatazo. Por cierto estoy encantada y de celeste sumergida en un rastrillo. Voy en la pág.80. Lo mimo y leo letra a letra. En próximas ediciones revisa los diálogos.
Felicidades en este Año 2017.
Gracias mil, María. Encantada y agradecida de que estés con mi Celeste.Siempre me lees con mucho amor!!!
Joooo, Arantza, qué arranque: qué primera frase, qué forma de poner al lector en una situación imaginativa tan buen traída, qué estilo tan literalmente incisivo…
Joooo, Arantza, qué envidia…
Joooo, un beso, por favor, ver si me metamorfoseo en príncipe de las letras.
Joooooo que me has puesto colorada. Joooooo cómo me gusta que te guste. Jooo muchas gracias.
Arantza, te queda fenomenal esa forma de contar los adioses a las vidas y el final. suerete y saludos. Feliz 2017
Gracias Calamanda. Feliz año y felices letras
Qué buena eres, meiga! De principio a fin, redondo, y los gatos solo de contexto, «Como los gatos», en el título, pero están y le dan sentido a todo. Y ese final, de infarto, romántico. ¡Qué buena eres! Repito.
Un abracísimo, Portabales. La suerte no la necesitas.
Gracias bonita. Me alego de que te gustase. Besos desde la Tierra meiga
Cuánto dan siete vidas. Me ha encantado la estructura y cómo lo has contado.
Un abrazo