Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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51. Compañera de batalla (Juana María Igarreta)

Al fin ha llegado el día. Desde que recibió la llamada, Bruno es otra persona. Tras sufrir mucho tiempo una esperanza con intermitencias, la alegría de la certeza ilumina su interior y se desborda a menudo en sus ojos.

Antes de marcharse, se asoma una última vez a su habitación. Bajo la funda acolchada se adivina la silueta de la que ha sido su compañera de batalla durante los dos últimos años. Aunque al principio le costó adaptarse a sus exigencias, sin ella no habría podido llegar hasta aquí.

Sentado en el autobús que lo lleva al hospital, siente al mismo tiempo ilusión e incertidumbre ante la nueva vida que le espera. Esta mezcla de emociones deriva de pronto en cierta desazón. Ahora, lejos de la euforia del primer momento, toma conciencia de que su golpe de suerte proviene del infortunio de otro.

Recupera el ánimo al observar a Tomás esperándolo en la puerta del centro médico. Un amago de sonrisa se cuela en sus labios al recordar las palabras de su amigo en la última de sus visitas: “Esta amiga a la que te conectas todas las noches tiene que valer un riñón”.

24 Responses

  1. Paqui Barbero Las Heras

    Hola, Juana. Estoy segura de que tu protagonista tiene que sentir una emoción y una alegría especial por lo que está por llegar. Es impresionante cómo adquieren significado algunas situaciones después de determinadas experiencias vividas. Un saludo y mucha suerte.

  2. Ángel Saiz Mora

    La esperanza de una vida normalizada, sin tener que depender de una máquina para limpiar el interior del organismo, ha de ser muy liberador. Eso no quita para que los seres humanos tengamos sentimientos. Tu protagonista sabe ser agradecido a ese ingenio que le ha mantenido vivo, como también a la persona que, tras su fallecimiento, permitirá que él pueda tener un futuro gracias a una parte de su cuerpo y a su generosidad y la de sus familiares.
    Un relato tierno, profundo y muy humano.
    Un abrazo y suerte, Juana

    1. Hay máquinas cuya misión es tan importante que son dignas de aplauso.
      Por otro lado, saber que recibes un órgano de una persona fallecida, supongo que tiene que crear sentimientos encontrados. Al margen de la cosa médica está la sicológica. Pero sí, creo que en estos casos el agradecimiento que se siente se hace gigante.
      Gracias, Ángel, por tus siempre atentas palabras. Otro abrazo para ti.

  3. María José Escudero

    Puedo entender a Bruno muy bien. Reconozco su esperanza y su gratitud. Pero por fin, se liberará de esa máquina tan valiosa que le ha mantenido vivo. Por fin, gracias a esa altruista donación, abandonará la diálisis y tendrá una oportunidad. Ojalá sea compatible. Muchas suerte, Juana con este relato sensible y realista. Un abrazo 🤗

  4. Hola, Juana. Podría decirse que Bruno «cortó el cordón umbilical» con la máquina de diálisis, de ahí que sean comprensibles sus sensaciones encontradas: por un lado, la alegría por el riñón que le será transplantado, y por otro, el saber que proviene «del infortunio del otro», pero pensar que ese donante seguirá, en cierto sentido, viviendo a través de él, debería confortarlo y seguro que es así).
    Me gusta que la expresión final dem micro recupere toda su literalidad.

    Un texto tierno.

    Cariños,
    Mariángeles

    1. Hola, Mariángeles, como dices, una vez finalizada su etapa conectado a una máquina y surgir la oportunidad del trasplante, si éste procede de un fallecido, tiene que ser inevitable sufrir sensaciones encontradas. Como debe ser, luego la alegría ante la nueva vida que le espera le ayudará a superar esa situación agridulce.
      Quise darle un poco de intriga alrededor de la «compañera de batalla» y se me ocurrió esa expresión que a veces usamos al referirnos a algo valioso, para desvelar el final. Gracias por tu fiel visita y palabras. Besos para ti.

  5. Desde el principio, empezando por el título y “al fin”, luego el meollo de la cuestión impregnado de sentimientos y emociones, hasta el final que, con esa oración significativa, nos lleva al origen de la cuestión, todo el relato es un acierto.

  6. Jesús Navarro Lahera

    Una tierna historia de esperanza y superación de problemas de salud. Interesante la reflexión de que la alegría que experimenta el protagonista está conectada con la tristeza de otros. Mucha suerte, Juana

  7. Hola, Jesús, sobre la reflexión que te parece interesante, la verdad es que ponerme en el lugar de quien recibe el órgano de un ser fallecido, siempre me ha impresionado mucho. Intuyo que tiene que ser una experiencia bastante fuerte, que habrá que asimilar poco a poco. Aprender a lidiar con la alegría, la incertidumbre y la tristeza, al menos en un principio. Eso sí, el agradecimiento siempre. Muchas gracias por pasarte y comentar. Un abrazo.

  8. Josep Maria Arnau

    Generar expectativas sutilmente y dosificando la información para no anticipar el desenlace. Lo has conseguido plenamente con tu relato, Juana María, mostrando también el “voorpret” que vive el protagonista. ¡Enhorabuena!
    Un abrazo y suerte.

    1. Hola, Josep Maria, bueno, he intentado darle un poco de misterio a la cosa, para soltar la frase de la pista al final. Si crees que lo he conseguido y refleja el tema que nos convoca, no puedo pedir más. Muy agradecida a tus siempre generosos comentarios. Otro abrazo para ti.

  9. Rosalía Guerrero

    Juana, está genial como nos vas dosificando la información hasta la última frase con doble sentido.Y si bien es cierto que su salud se basa en la desgracia de otra persona, todas y todas deberíamos ser donantes.
    Un abrazo y suerte.

  10. Hola, Rosalía, celebro que te parezca acertada la forma en que he tocado este tema delicado y doloroso para tantos. Y sí, totalmente de acuerdo, todos deberíamos ser donantes, a cualquiera nos puede pasar. Muchas gracias por pasarte y comentar. Un abrazo.

  11. Rosa Gómez Gómez

    A diario trato en mi trabajo con personas trasplantadas. La mayoría lo viven como una segunda vida, tan desesperados están…
    Un relato que hace justicia a estas personas sufrientes y que necesitan seguir esperanzados.

  12. Hola, Rosa, no me extraña lo que me cuentas. Sólo ellos saben lo que han pasado antes de obtener el órgano compatible que les permite seguir vivos. He intentado ponerme un momento en la piel de uno de ellos, pero supongo que hay que pasarlo para encontrar las palabras adecuadas para contarlo. Muchas gracias por pasarte y comentar el micro.Un abrazo.

  13. Manuel

    Muy buena gestión del tema del relato: la diversión anticipada. Original forma de presentar a su compañera, que hasta el final del texto no sabemos quién (qué) es, y su dolencia. Muy gentil la consideración a los donantes. Buen relato, de los que sacuden un poquito el interior. Enhorabuena.

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