65. Con el telón, caen las máscaras
El viaje fue idea suya. Igual que casarse y hacerlo el mismo día. Eran amigas desde siempre y lo habían compartido todo. Y allí estaban con dos flamantes maridos, en un barco enorme, con camarotes de lujo y tripulación exquisita. Debían estar felices, todo iba según lo planeado pero Susan, su amiga, no llevaba bien su parte del trato, y se mostraba triste y reservada.
Cuando el golpe se produjo, Noelia sintió el crujido profundo del casco al partirse, y temió lo peor. El caos imperaba en el barco y aunque todos la empujaban a cubierta, ella solo buscaba a Susan. Cuando sus ojos por fin se encontraron, lo supieron.
El agua llegó al camarote 115 y las pilló dormidas, con los cuerpos enlazados y la expresión tranquila.
Esther, no querian separse por nada del mundo, eso nos lo muestras habilmente con este final. Suerte y saludos
¡Y a los maridos, que les parta un rayo! Una historia llena de complicidad y ternura y secretos inconfesados. Felicidades, Esther.
Bonita hisotira.
Suerte
Una historia inconfesa Esther, muy buen transfondo le diste.
Un abrazo y suerte.
Si, Esther parece que el amor había sido tapado durante años enmascarado por lo que parecia ser su amistad. Y al parecer los maridos solo eran meros comparsas en su historia. Buen relato y trágico final.
«…lo habían compartido todo», teníamos que habernos dado cuenta desde el principio.
Una historia de AMOR verdadero.
Me gusta, Esther.
Un abrazo para ti.
Hola a todos,
Esa es la idea, el amor, a menudo secreto e inconfesable, que busca atajos para manifestarse o esconderse, pero al final cuando sólo lo importante queda….
Un abrazo y gracias por comentar
Esther
Este barco está lleno de historias de amor. Qué pena que se hundiera.
Bonita historia de amor camuflado. Pero cuando llega el fin la verdad ya no se esconde. Un abrazo
Ay, amores trágicos que naufragan… ¿Por qué serán los más románticos?
Muy bonito, Esther.
El amor de hermanas esta fuera de toda escala. Me gusta tu micro.
Un beso Esther.