CON TUS PROPIOS OJOS
Ya se ha mencionado varias veces en este blog, y también en algunos tratados sobre la escritura de microrrelatos, tres de las características de este género que me parece que definen muy bien Sin certificado de origen, de Esperanza Temprano. Uno de ellos es la importancia que tiene el título en el relato, sobre todo cuando este forma parte inseparable de la historia que nos cuenta, la completa o se apoya en él para revelarnos/desvelarnos algún punto en concreto necesario para su mejor comprensión. Creo que con el ejemplo de “sin certificado de origen”, no se necesita explicar nada más.
Otro de los aspectos que me gustaría destacar, y como siempre digo, seguro que vosotros tenéis vuestro propio punto de vista, es el de la historia que no se nos cuenta explícitamente, la que de verdad importa, a la que se nos conduce mediante una narración bien llevada, para que seamos nosotros los que nos planteemos la pregunta de deja en el aire y que tanta relación tiene con el título.
Tampoco quería dejar de mencionar la habilidad al mezclar los elementos cotidianos del accidente, el proceso seguido para su curación, etc., con el hecho fantástico con el que concluye el relato. Es lo que nos contaba Paloma Casado en su entrada referida a “El cuento” al hablar del estilo narrativo de Cortázar, y lo bien que funcionaba en este tipo de narraciones.
Y una última cosa. Varios de mis amigos han leído el relato y he recopilado hasta tres interpretaciones distintas a la mía (seguro que habrá más); para que luego digan que todo tiene un única interpretación. Y es que cada uno lo ve con sus propios ojos, y nunca mejor dicho. Son estas, por si alguno le interesa:
– Esos ojos ya han visto algo y se le ha quedado grabado en su retina.
– Esos ojos están anticipando el futuro de lo que puede suceder.
– Son todo imaginaciones de la persona que ha tenido el accidente y sigue sufriendo un trauma tras quedarse ciega.
– Es una metáfora de lo que nos está tocando vivir.
De todas formas, sea cual sea la interpretación, la pregunta sigue provocándonos: ¿De dónde proceden esos ojos?
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(100 palabras justas, excluido título – periodicidad semanal)
SIN CERTIFICADO DE ORIGEN, de ESPERANZA TEMPRANO
Del accidente no recuerdo nada más que la dulce voz de la mujer que me atendió y el roce de su pelo en mi cara, fue entonces cuando abrí los ojos y entró la oscuridad para quedarse. No me importó demasiado lo del bastón blanco, incluso le tomé cariño al perro guía pero cuando me hablaron del banco de ojos, no lo dudé. Dicen los médicos que la operación fue un éxito, pero nadie sabe explicarme por qué veo campos de prisioneros donde los demás ven calles y una fila de víctimas degolladas en vez de la cola del paro.
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La idea de la última imagen grabada en la retina es un mito muy utilizado en las pelis de ciencia ficción y es lo primero que me vino en mente. Como el cuento es toda ficción de dónde provienen los ojos? Enseguida pensé en campos de exterminio nazis , pero algo no cuadraba: ni la época, ni las palabras «víctimas degolladas» ( los prisioneros morían de otras maneras, en cámaras de gas o fusilados pero no degollados). Entonces he pensado en algo más macabro todavía,en una especie de criadero de donantes de órganos, semejante a un matadero. Muy de pelis de ficción futurista.
Quizá no estemos tan lejos de hacer posible esas historias de ciencia ficción, Amélie:
http://www.abc.es/ciencia/20131231/abci-imagenes-reflejadas-ojos-fotografiado-201312311320.html
El que nos haga pensar en las posibilidades de dónde han salido esos ojos ya es otro punto a favor del relato. Las opciones como la que barajas dan escalofríos.
Un saludo.
La última imagen se queda un segundo en la retina y desaparece. Nunca será posible que se grabe una imagen, eso se creía en siglos anteriores pero la ciencia demostró que no puede ser. Otra cosa distinta es recuperar la imagen «reflejada» en la pupila, pero de una fotografía, que eso sí es posible y de hecho se ha practicado.
Un saludo y un placer, Rafa.
Resalto la importancia de encontrar un título adecuado. Y el micro de Esperanza es un magnífico ejemplo. Cuando disponemos de un espacio de escritura limitado y no nos caben las palabras que necesitamos para plasmar todas la ideas que queremos, es un lujo no aprovechar el título. Esperanza le da sentido al relato precisamente con él.
Así me lo parece, Rafa. En este micro parece resulta imprescindible, como en tanto otros que lo aprovechan para integrarlo en la propia historia, aunque como dice Paloma en el siguiente comentario, en otros casos no lo sea tanto. A veces puede servir de reclamo, casi el título de alguna novela.
Un abrazo.
Siempre interesantes tus aportaciones en los Microchampions, Rafa. Yo cuando he leído este sugerente micro de Esperanza, he pensado en que esos ojos ya habían conocido (y quizá practicado) el horror.
Y como decís, el título es habitualmente parte fundamental de los microrrelatos, incluso algunos de ellos no se entenderían bien sin remitirse a él, es por lo tanto una elección imprescindible. Sin embargo, para otro tipo de micros, el título resulta uno entre los posibles y, por poner un ejemplo personal, en mi cuento de este mes, llamado «Ausencias» dudé entre éste y «Un paisaje nevado», creo que el resultado hubiera sido el mismo, ¿o no?
Otra buena interpretación, Paloma: que los ojos sean de quien ha cometido esas atrocidades.
Y en lo del título, también tienes razón. Incluso hay muchos microrrelatos que no lo utilizan (tenemos el ejemplo de tantos como hemos leído en el concurso de la Cadena Ser de Castellón). Lo que quiere decir que tampoco hemos de ser tan rígidos a la hora de escribir y buscar siempre lo que mejor convenga o nos parezca en cada momento o en cada realto.
Un abrazo. (Veo que tú también has elegido uno de esos avatares tan chulos.)
Pues a mi parecer si hubieras utilizado el otro título no hubiera sido lo mismo, has acertado plenamente con «Ausencias», más impactante que «un paisaje nevado».
El micro me parece al leerlo una metáfora. Pero los dos elementos anclajes que lo sitúan en el plano fantástico (el título sobre todo, y el «por qué veo campos de prisioneros donde los demás ven calles y una fila de víctimas degolladas») son los que hacen replentearse esa primera impresión. ¿Experimento científico en Siria, enajenación?
Quizá la autora se acerque a dar su versión.
Es impresionante el relato y claro que cada cual lo leemos seguramente bajo un distinto prisma. Y por supuesto que saber elegir un título, lo engrandece.
Besicos muchos.
Creo que aquí el título tiene un papel fundamental ya que concentra toda la intriga en él. ¿De donde vienen esos ojos? y dejan las posibles interpretaciones en el aire, de ahí su fuerza.
Me he llevado una gratísima sorpresaAl enterarme de que se estaba comentando un micro mío. Os doy las gracias de antemano a todos por dedicarle vuestro tiempo y atención a mis letras y en especial a Rafa Heredero por el amable análisis que realiza de él.
La idea de este micro nació tras la conversación con una amiga sobre el tema del trasplante de órganos y la memoria que permanece en nuestras vísceras. Esos ojos que recibe el trasplantado, sin certificación de origen, poseen la memoria de su antiguo dueño, ese que vivió en un campo de prisioneros y vio tantas víctimas degolladas. Los ojos podrían haber pertenecido tanto al castigador como al castigado.
Gracias a ti, Esperanza, por hablarnos de tu micro con tus propias impresiones. Siempre es bueno aprender de dónde procede la inspiración para escribir. La charla co tu amiga te va traer buenos recuerdos en este caso. No pierdas su amistad y vete apuntando las ideas que surjan cada vez que hables con ella.
Un abrazo, y felicidades.