26. CONVERSIÓN
De nuevo sola. El marido al fútbol, los hijos… todos tienen alguna cita que no pueden eludir… y yo…
He puesto en práctica una idea que rondaba en mi cabeza. Desde entonces mis tardes, han dejado de ser solitarias.
Saco del armario las bolsas que contienen el disfraz. Me siento mal, mi conciencia me dice que no lo debo hacer. Pero por otro lado, por el perverso, escucho una voz que me anima a continuar, y es a la que hago caso.
El body, se ajusta como si fuera mi piel. Sobre él, un vaquero y una camisa. Los zapatos de aguja, los llevo en una caja, trato de no llamar la atención.
Me maquillo sin exagerar. Todos los que asistimos a esta fiesta, lo hacemos con discreción. No damos motivos para sospechar que tras las puertas se celebra un baile de disfraces, nada inocente.
El único requisito, es llevar un antifaz. El disfraz es lo de menos. La pareja la elige cada cual. Yo elegí la mía con quien hago las locuras que en casa he rechazado.
Él asiente tras la máscara.
Todo ha cambiado, a mejor, desde que encontré esta dirección en el pantalón de mi marido.
¡Vaya sorpresa final! O sea, que con quien se encontraba allí era con su marido.. Claro, en estas cosas las fantasias ayudan mucho. Estupendo relato, Virtudes. Felicidades y suerte. Un abrazo
Cuando la rutina se hace pesada, hay que encontrar las emociones en otra parte. En esta ocasión han coincidido los dos en la misma fantasía.
Claro que él ya la había probado antes. O quizás dejó la dirección para que ella la viera… no se. Por ahí algún día se lo pregunto.
Lo que cara a cara no hacemos, lo buscamos tras un antifaz… ¿Qué nos falta? Muy interesante.
JM
Hay personas que cuando van con la cara tapada, se piensan que nadie las conoce y hacen cosas que a cara descubierta nunca harían.
Si es sólo para su deleite personal, pues fenómeno. Adelante.
Un abrazo y otro para Juana que le he dado tan deprisa a enviar, que no me he despedido.
Lo único que pierde credibilidad es que el marido se perdiera el fútbol por una aventura. Ja,ja,ja. Lo lamentará si descubre la verdad. Muy bueno Virtudes.
Suerte y un abrazo.
Rafa el marido era un poquito mentiroso. No iba al fútbol. De echo ella lo encuentra allí. A saber cuánto tiempo llevaba haciendo pellas en el deporte de campo.
Y la verdad la ha descubierto ya.
Y si a los dos le gusta esta mentira en la que viven,pues… adelante.
Un abrazo muy fuerte.
Virtudes, me has trasladado a la pelicula de tom Cruise y su mujer; vivian situaciones parecidas. Tu micro nos trasmite buenas vibraciones y fantasia. Suerte y saludos
Hola Calamanda.
No se cuál es esa película, miraré por ahí.
Me encanta que te transmita buenas vibraciones y en lo referente a la fantasía… si que tiene y mucha.
Abrazos para tí.
Maldita cotidianidad que nos deja ciegos: facturas, trabajo, tareas domésticas, problemas varios y la televisión, todos ellos forman un velo negro que anula a quien más queremos y deseamos. La solución va a ser ponerse un antifaz de vez en cuando. Mucha suerte. Saludos
O quitarse el que llevamos puesto. Tal vez si dejamos paso a nuestras fantasías con un poco de naturalidad, no hacía falta hacer las cosas escondidos tras un antifaz. (uf casi me ha salido un pareado)
Gracias por tu visita.
Saludos.
El relato va por la línea de hacer creer que ella escogió al marido, en ese lugar. Me parece que también queda abierta la posibilidad de que ella escogiera a alguien diferente, uno no sabe quién se esconde detrás de las máscaras. Buen relato, me ha gustado. ¡Suerte!
Saludos.
Esa es la cuestión. Claro que también ella podría saber qué disfraz llevaba su marido ese día. Un lunar, un antojo… ja, ja.
Gracias por pasar. Saludos.
Bien Virtudes, el mes empieza potente, buen relato, con acción y retruecano final de destape, me gusta.
Abrazos
Pues los relatos anteriores al mío, tampoco escapan mal. Fuerte, muy fuerte este mes de mascaradas.
Un abrazo.
Hola, Virtudes.
Una fantasía que les permitió quizá no hartarse el uno de la otra, o viceversa. Tal vez un divorcio menos…
Genial micro, amiga.
Un abrazo muy grande.
Fíjate lo que se ahorraron con sólo comprarse un antifaz.
Y así, a las callas callando, ellos son felices. El ser humano es tan raro…
Gracias Towanda por tu comentario.
Un besazo.
Osea que de fútbol nada. Está muy bien, hay que reinventarse y echarle imaginación a la rutina. Me alegro por los dos (rebuscaré en los bolsillos de mi marido, que es muy aficionado al balompie, a ver si…)
Un abrazo, Virtudes, y suerte.
Vete con él a los partidos. Te puedo asegurar que yo he ido muchas veces y me lo he pasado bien.
Si no te apetece ir, dale el beneficio de la duda.Y por si acaso compra un antifaz. ¬¬
Abrazos.
Me gusta, sobre todo, el final.
Edita, esta rapaza sabía mucho.
Gracias por tus palabras.
Un abrazo.
Muy buen relato Virtudes,
Me encanta la historia y el final fantástico. Pena que a mi marido no le guste el fútbol para poder mirar en sus bolsillos…
Un abrazo
Blanca, Blanca, pillina.
Que te he visto comprando el disfraz.
ja, ja, Un besazo.
¡Qué triste! no creo que fuera al marido al que encontrara allí, no es eso lo que me ha parecido… cada uno por su lado. Creo que ni debajo de la máscara se puede ser feliz de esa manera.
Las fantasías ayudan mucho, y mucha gente vive de sus fantasías. Así que si son felices así, pues…
Gracias por tu comentario.
Saludos
Quizás en la variación está el gusto.
Juegan a si es o no, y por lo que se ve el juego les pone.
Y como dicen por ahí: la vida es un carnaval.
Un beso para ti.
¡No estaba en el fútbol, estaba de parranda!! Divertido y picante relato. Por cierto, no me podrás decir cuál era esa dirección?? Jajaja saludos y suerte.
A ver si tengo por ahí la tarjetita y te la mando.
Gracias por comentar. Saludos.
La historia está bien contada. Me refería a que es triste la situación. Espero que me hayas comprendido. Saludos y suerte.
Pues claro que te he comprendido, je je. Y coincido contigo que vivir en un engaño no puede hacer a la gente feliz. Pienso que de vez en cuando también la conciencia, -como la de mi protagonista- te hace recapacitar. Un abrazo.
Virtudes, muy bueno. Desinhibirse tras una máscara. Siempre nos quedará la duda de si se reconocieron, o realmente ¿qué más da? Como el título expresa es una conversión. Abrazos.
Gracias por tu comentario. Yo he dejado a quien lo lea la opción de que le ponga la pareja que mejor le convenga.
Y el final que consiguen, ambos, es salir de la rutina.
Un abrazo.
salvador, me hubiera gustado comentar en tu relato, pero no me sale la casilla de los comentarios ni la opción REPLY en alguno de ellos.
Dicho queda que me ha gustado mucho y sobre todo el que a tu protagonista no se le reconozca cuando se muestra tal como es. Como la vida misma. Cuando nos presentamos como realmente somos, a la vista de los demás somos bichos raros.
Hola Virtudes!
Un micro de mascaras y erotismo. me gusto el final ¿Se sorprenderia el marido al verla allí?. Mucha suerte.
Un beso
Hola Esther:
Me parece que no es la primera vez para ninguno. Me da la sensación que se han visto alguna vez más.
Gracias por comentar. Un abrazo.
Menuda conversión de relaciones de pareja. Quedan muchas cosas en el aire ¿dejaría el papel a propósito? ¿ se encuentra allí con su marido? ¿o es otro?
Hay una cosa que no me acaba de cuadrar del todo, si como dice al final todo ha cambiado a mejor, por qué tiene ese sentimiento de mala conciencia¿?, tendría alguna lógica si estuviese escrito en pasado pero en presente me suena raro ¿qué crees?
Abrazos
Hay personas que no se pueden desprender tan fácilmente del pasado.
Y aunque estén disfrutando en el momento, la conciencia les pesa como una losa.
Lo demás, que cada cual haga su propia historia.
Un beso, Mel
Entonces nada de futbol, en fin, sorpresas te da la vida…
Muy bueno, me ha gustado.
Suerte.
Besicos muchos.
La tarea que tiene parece que es más interesante.
Y sin tanto jaleo.
Besos para ti.
Ojos que no ven… en todo caso esa es una buena «Terapia de pareja». Muy buen micro
Con lo poquito que tapa un antifaz y lo mucho que oculta.
Habrá que guardarlo en el disco duro, por si acaso.
Un saludo.
Fantasía que ayuda a avivar las brasas que dejó el fuego ya tiempo atrás. Muy bueno Virtudes.
El fuego hay que avivarlo constantemente. Unos lo hacen con fantasía.
Gracias Concha. Un abrazo.
Gracias por tus palabras Vidente. Haré caso de ti.
Nada de lágrimas de cocodrilo. Y la rutina, aderezada con unas escapadas puede llegar a ser soportable.
Un abrazo.
Virtudes, dices que quizás en la variación está el gusto. Pienso lo mismo, lo que pasa es que no tod@s lo podemos hacer, por eso hay que aderezar la vida con sal y pimienta. En Canarias se dice «este huevo quiere sal» y esa frase es como un trigger (gatillo), es como la espoleta de algo que va a suceder. Si veo a mi mujer con un delantal de la cocina y nada debajo y estamos solos, deduzco porque he estudiado, que ese huevo quiere sal. Ja ja ja.
Un beso
¡¡Epi!! Dichosos los ojos… je, je
Pues llevas razón, cualquier situación preparada por uno e imprevista por el otro, puede dar lugar a la reacción más explosiva y satisfactoria.
Pero si esto no ocurre, y el cuerpo pide marcha, habrá que dársela.
Para eso está la imaginación.
Un abrazo.
Bravo Virtudes, si hay que romper la cotidianidad, que así sea. A tus protagonistas parece que les da resultado.
Queda la duda si será el elegido el marido u otro santo varón…
Me ha gustado, te deseo suerte.
Abrazos
Gracias por pasar por mi rincón, Mª Elena.
Espero que no se quiten el antifaz. Así seguirá la duda y el morbo.
Abrazos.