COPA ENTC 2022 / ENCUENTRO R4 / 07
SUSANA REVUELTA
MILA ALONSO
… QUE CONTINÚE LA LEYENDA
Los dos participantes señalados arriba tendrán que publicar en el espacio reservado a los comentarios de esta entrada del blog, un relato INÉDITO de un máximo de 102 palabras (sin contar el título) antes de las 20 horas (hora peninsular) del JUEVES 26 de MAYO cumpliendo:
CONDICIÓN 1:
UN NUEVO CAPÍTULO
El relato debe desarrollar un capítulo nuevo sobre la leyenda que os señalamos o una historia en la que esa leyenda tenga un peso importante que vaya más allá de la simple aparición… Un ejemplo: si la leyenda que os tocase fuesen «los vampiros» no buscaríamos un relato en el que apreciera un vampiro ocasionalmente sino… un «nuevo relato de vampiros».
AQUÍ OS DEJAMOS
UN ENLACE CON ALGO DE INFORMACIÓN
NOOOOO HAY MÁS CONDICIONES
Consultadnos cualquier duda que os pueda surgir.
Y RECORDAAAAD
Revisad bien el texto antes de publicarlo porque,
una vez hecho,
no habrá posibilidad de corregir ni reeditar.
Tras la publicación de los dos relatos participantes abriremos el enlace a un formulario para la Votación Popular (solo se admiten usuarios de esta web) que permanecerá abierto hasta el viernes 27 de Mayo a las 20 horas.
El resultado de este encuentro se hará público en una entrada general de la sección ENoTiCias.
Los últimos atlantes
Mientras tensaban las velas de las dos naves que aún flotaban y se proveían de manzanas, tiras secas de anguila, agua dulce, además de herramientas, planos y manuales de construcción, los únicos supervivientes presenciaban, a través de una nube de ceniza, cómo un río de lava incandescente engullía su isla. Todo el esplendor de una civilización levantada sobre aquella tierra fértil, protegida por dioses esculpidos en oro en templos que rozaban el cielo, se hundía en el océano.
Les llegaba el agua por el pecho cuando, entre lágrimas, se despidieron. Uno partiría hacia Egipto, el otro llegaría a la costa de México.
Santa María, 10 de octubre de 1492
En medio de la tempestad, una inesperada corriente arrastró la embarcación violentamente a estribor sin que pudieran evitar perder el rumbo.
–Al menos– bromeó Martín –los vascos han estado tan atareados manteniéndonos a flote que no han vuelto a hablar de lanzarle por la borda, Capitán–.
La voz de Rodrigo – ¡Tierra a la vista! – interrumpió las cavilaciones del capitán. Llevaban ¿meses?, ¿años? atravesando la niebla infinita. Perdida la razón, solo en los libros, en Platón, hallaba esperanza.
Atónitos, divisaban la descomunal estatua de una mujer sosteniendo una antorcha. Detrás, brillaban cientos de perturbadoras construcciones de alturas inimaginables.
–La Atlántida – susurró Cristóbal.
Difícil elección entre la inspiración de las teorías de Wegener o el descubrimiento de un «imperio en diferido». Muy buenos e imaginativos los dos. A votar.