COPA ENTC 2022 / ENCUENTRO R4 / 09
NATALIA TORIBIOS
ALBERTO J. VARGAS
… QUE CONTINÚE LA LEYENDA
Los dos participantes señalados arriba tendrán que publicar en el espacio reservado a los comentarios de esta entrada del blog, un relato INÉDITO de un máximo de 102 palabras (sin contar el título) antes de las 20 horas (hora peninsular) del JUEVES 26 de MAYO cumpliendo:
CONDICIÓN 1:
UN NUEVO CAPÍTULO
El relato debe desarrollar un capítulo nuevo sobre la leyenda que os señalamos o una historia en la que esa leyenda tenga un peso importante que vaya más allá de la simple aparición… Un ejemplo: si la leyenda que os tocase fuesen «los vampiros» no buscaríamos un relato en el que apreciera un vampiro ocasionalmente sino… un «nuevo relato de vampiros».
AQUÍ OS DEJAMOS
UN ENLACE CON ALGO DE INFORMACIÓN
NOOOOO HAY MÁS CONDICIONES
Consultadnos cualquier duda que os pueda surgir.
Y RECORDAAAAD
Revisad bien el texto antes de publicarlo porque,
una vez hecho,
no habrá posibilidad de corregir ni reeditar.
Tras la publicación de los dos relatos participantes abriremos el enlace a un formulario para la Votación Popular (solo se admiten usuarios de esta web) que permanecerá abierto hasta el viernes 27 de Mayo a las 20 horas.
El resultado de este encuentro se hará público en una entrada general de la sección ENoTiCias.
ABOMINABLES
Al fondo del recinto se abrió una puerta y una de las cuidadoras caminó una docena de pasos para depositar la comida en un gigantesco cuenco vacío. Aquello parecía tofu. Quizás por eso el animal ni se inmutó. Seguía sentado, observando las caras que se apilaban tras el cristal, a pesar de que ya a nadie le llamaba especialmente la atención su presencia en el zoo. Se parecía demasiado a un oso polar amoroso, y no tanto al abominable ser del que hablaban las leyendas. Aun así, seguía siendo el Yeti, triste y asustado, pero el Yeti al fin y al cabo.
EXPEDICIÓN
En busca del Yeti emprendimos esta expedición científica al Himalaya, dirigida por mi esposa, la eminente antropóloga Charlotte McFlurry, muy interesada desde hace años en verificar su existencia. Tras varias semanas de rastreo, ayer descubrimos huellas de unos enormes pies en la nieve, lo que confirma que no andamos muy lejos.
Ha ocurrido esta mañana. Al despertarme, Charlotte no estaba en la tienda. Alarmados, hemos seguido sus pisadas hasta llegar a la probable guarida del abominable bípedo. Al oírla gritar, sólo yo he sabido que no era de terror y avergonzado, he pedido a mis compañeros que regresáramos al campamento.
Madre mía, qué difícil lo va a tener el jurado!
Buenísimos los dos relatos, enhorabuena a ambos.
Uno me ha recordado cuando de niño iba al zoo de Barcelona a ver a Copito de Nieve. Se supone que tenía que darme miedo, pero su cara de infinita tristeza y cabreo solo daba lástima. Se ve que Charlotte McFlurry solo lo visitaba de noche, cuando los niños no lo veíamos divertirse. Muy buenos los dos. A votar.